Hechos insólitos, alegrías y penumbras de los Juegos Panamericanos Santiago 2023
El error del funcionario de la Asociación Panamericana de Atletismo (APA) de medir mal el recorrido de los 20 kilómetros marcha en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 fue uno de los hechos que marcó el desarrollo de la competición, aunque no todo fue insólito, también hubo grandes momentos y alegrías.
Marcelo Ithurralde, con 15 años de experiencia en la APA, fue quien tenía a cargo establecer con exactitud la competencia por las calles de la capital chilena, pero la acortó tres kilómetros.
Esto facilitó que al menos nueve competidoras terminasen la prueba por debajo del récord mundial, algo increíble que al final quedó en anécdota, pues ninguno de los tiempos fue válido para la clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Ithurralde admitió su error, ofreció disculpas y contó que la medición la realizó en la noche, lo que le impidió observar mejor la ruta.
Otra situación insólita que ocurrió en Santiago fue cuando la portera titular de Chile, Christiane Endler, y su suplente, Antonia Canales, abandonaron la selección para regresar a sus respectivos clubes en Francia y España, ya que los Juegos no se hacen en fechas FIFA y sólo tenían permiso de sus equipos hasta el 31 de octubre.
La delantera María José Urrutia las reemplazó en el partido por la medalla de oro ante México el que hizo una gran labor aunque Chile perdió 1-0.
En otras competencias también hubo penumbras. Como las que rodearon al mexicano Fernando Martínez y al colombiano Anthony Zambrano en los 5.000 metros y 400 metros, respectivamente, tras ser descalificados por obstrucción e invasión de carril.
Martínez fue el primero en cruzar la meta y cuando celebraba el haber revalidado su oro de Lima 2019, minutos después fue descalificado por obstrucción en el metro final sobre el estadounidense Casey Kneveelbard.
Zambrano, por su parte, culminó tercero en su prueba y obtenía el bronce, pero también fue descalificado por invadir el carril interno, siendo relegado a la última posición.
Esta no fue la primera vez que a Zambrano le pasaba una situación como esta, pues en el Mundial de Budapest también le anularon su registro por la misma infracción.
El atletismo tuvo también un momento triste, cuando la argentina María Victoria Woodward, luego de cruzar la meta y darle a su país el pase a la final en el relevo de 4x100 metros femenino, cayó, y por el fuerte golpe tuvo una pérdida momentánea del conocimiento por la que tuvo que ser retirada en camilla.
Esto llevó a que Argentina se retirara de la competencia en la final al no contar con una suplente.
Una caída más estrepitosa y dolorosa -física y profesionalmente- sufrió la mexicana Daniela Campuzano, quien en la competencia de campo traviesa de del ciclismo de montaña, sufrió una aparatosa caída.
Pese a la hinchazón en el rostro, los brazos raspados y molestias en la rodilla derecha, Campuzano intentó competir pero el dolor físico le impidió continuar en el circuito y tuvo que abandonar en la cuarta vuelta.
Posteriormente anunció entre lágrimas su retirada del deporte y no completará el ciclo olímpico a París 2024.
En Santiago 2023 también se ha celebrado por lo alto. Hasta este domingo, día en que se clausuran los juegos, se han registrado 36 marcas panamericanas, en su mayoría -12- en natación, nueve en tiro y siete en tiro con arco.
Igualmente, varios sucesos fueron aplaudidos y resaltados, no necesariamente por haber ganado un partido, carrera o pelea, sino por lo justo y afables de algunos deportistas.
Este fue el caso de la judoca colombiana Erika Lasso, quien cargó en su espalda a su rival, la dominicana Estefanía Soriano, tras lesionarse la rodilla, por lo que no podía sostenerse y caminar.
El Estadio Nacional Julio Martínez también fue considerado uno de los principales símbolos de alegría de estos Juegos.
Tanto por su historia deportiva, social, cultural y política, también se destaca por haber sido el sitio especial que albergó la ceremonia de apertura de estas justas y ser sede de las competencias de pista y campo, entre otros deportes.
Adyacente al coliseo se ubicaron varias instalaciones, como el baloncesto, hockey sobre césped, ráquetbol, tenis, entre otros deportes, que junto a otras sedes cercanas y fuera de la capital, se llenaron a capacidad, reconociendo que los chilenos apoyaron fielmente a sus selecciones y deportistas.
Mención especial al público chileno que alentó a cada uno de los deportistas locales, pero también al resto de delegaciones. Cada vez que salía un chileno a competir, los estadios parecían venirse abajo por la algarabía ensordecedora en los escenarios.
El frío también marcó su nicho en estos Juegos, pues a pesar de que Chile se encuentra en la época de primavera y en vía al verano, las bajas temperaturas se sintieron en la mayoría de los 15 días de competencia y seguramente afectaron el rendimiento de algunos deportistas no acostumbrados a este "invierno primaveral".
La organización de Santiago 2023 también debe llevarse un aplauso por invitar y contar con la visita de los estadounidenses Carl Lewis y Mike Powell, el ucraniano Sergei Bubka y el dominicano Félix Sánchez, todas leyendas de pista y campo.
El pájaro autóctono Fiu fue el símbolo de los Panamericanos. Un ave de siete colores que se convirtió en la mascota más querida y buscada por todos en estas justas. Sus peluches se agotaron hace una semana.
Chile clausura los Juegos más esperados por todos los que hicieron parte de este evento y se exhibió como una gran sede panamericana para los cientos de miles de personas que acudieron a disfrutar de todos los deportes que se desplegaron en el país.