La polémica salida de Ramón Díaz del Vasco: ¿Destitución o renuncia?
La salida del entrenador argentino Ramón Díaz del Vasco da Gama se ha convertido en polémica, después de que el técnico afirmase que fue destituido a través de un mensaje en redes sociales y el club brasileño asegurase que renunció al cargo.
Díaz, quien estaba en el club carioca desde julio de 2023, dejó el banquillo después de que el equipo fuese goleado en su propio campo por el modesto Criciúma (0-4) este sábado, en la cuarta jornada del Campeonato Brasileño.
Minutos después, su salida fue anunciada en las redes sociales del club con un lacónico mensaje: "El Vasco da Gama informa de que, inmediatamente después del partido, Ramón Díaz y (su hijo y asistente) Emiliano Díaz no son más parte de la comisión técnica".
El entrenador argentino reaccionó a ese mensaje con una breve declaración a periodistas, en la que lamentó haber sido "destituido por Twitter", antiguo nombre de la red X, y dijo creer que "merecía otra cosa".
Lo mismo declaró su hijo Emiliano, quien aseguró que ni él ni su padre esperaban "terminar de esa forma" y que "merecían respeto", tras haber evitado el año pasado la caída del Vasco da Gama a la segunda división.
Sin embargo, el club publicó este domingo otro mensaje en la red X y afirmó que, tras el partido con Criciúma, Díaz y su hijo le presentaron su "renuncia al gerente de fútbol del Vasco da Gama, Clauber Rocha".
Según el Vasco, pidieron además que "la decisión, irrevocable, fuera comunicada inmediatamente a la dirección".
Asegura además que el entrenador argentino y su hijo informaron de su decisión a los jugadores en el vestuario y que después de eso el club la anunció en sus redes sociales, tras lo cual Díaz pidió hablar con los periodistas y dijo haber sido destituido a través de la red X.
De acuerdo con la prensa local, por detrás de la polémica pueden estar las condiciones del contrato que vinculaba a Díaz al club brasileño hasta fines de 2025.
Según una cláusula de rescisión que figuraría en el documento, el Vasco debería a pagarle al entrenador argentino unos 20 millones de reales (3,9 millones de dólares o 3,7 millones de euros) en caso de destitución.