Fallece Schillaci, el hombre de las noches mágicas en el fútbol
Salvatore “Totò” Schillaci fue uno de esos jugadores tocados por la varita de los Mundiales, una de esas curiosas historias que dejan las Copas del Mundo: de suplente a líder de una Italia ilusionada con un palermitano inesperado. Un ídolo popular, cercano a la afición que ayer falleció prematuramente a los 59 años, culpa de un cáncer de colon contra el que luchaba desde hacía más de dos años.
Nacido el 1 de diciembre de 1964 en Palermo (Sicilia, sur), Totó, exjugador del Juventus Turín y del Inter de Milán, buscó en el fútbol una salida a la difícil situación económica de su familia y acabó siendo el referente de una generación por su forma de ser. Sencillo, alejado de casi todo lo que representa una estrella del fútbol.
Toda Italia está conmocionada con la muerte de Totò, que encandiló a todo un país históricamente dividido en dos, entre norte y sur. La suya fue también una historia revolución social por esto mismo, por ser sureño y unir a toda Italia bajo la cortina protectora de la Azzurra, que le bautizó como el “Héroe de las Grandes Noches”.
Mundial 90, su legado
En una selección plagada de delanteros de renombre, Totò llegó como un refuerzo de última hora, tan insospechado como resolutivo. Gianluca Vialli, Roberto Baggio, Andrea Carnevale y Roberto Mancini eran su competencia y, como era de esperar, no fue titular en el primer partido de la Copa del Mundo. Sin embargo, el DT Azeglio Vicini le dio la confianza y fue el goleador del evento con seis goles y la Azzurra acabó tercera.