Cochabamba vibra con la Verde pese a la derrota ante Panamá
Se esperaba una fiesta y así se vivió desde la previa del partido. Las filas alrededor del estadio comenzaron antes de las 14:00, decenas de seguidores de la selección esperaban la apertura de las puertas para presenciar el partido ante Panamá. El estadio Félix Capriles fue el centro de atención de miles de cochabambinos que esperaban una victoria y aunque pasaron 11 años desde que la Verde jugaba en el gramado valluno, al final la decepción y la preocupación terminaron apoderándose del público.
Los fanáticos de la Verde comenzaron a ingresar al estadio y ayer tuvo una peculiaridad: rostros pintados, banderas en las espaldas, gorros y vuvuzelas fueron el común denominador de los hinchas.
La fiesta iba a comenzar, los jugadores ingresaron al campo de juego y tras acomodarse en la parte central del campo de juego, el himno de Bolivia sonó en los altavoces del estadio y, al unísono, los asistentes alzaron la voz con las estrofas. Fue evidente que más de uno quedó recordando aquellos momentos de ilusión que los cochabambinos también vivieron en la clasificación al Mundial de Estados Unidos 1994.
Los rostros de ilusión en niños, jóvenes y adultos fueron notorios. Con la merienda y el refresco en mano, los cochabambinos presenciaron el duelo, pero aquella ilusión se detuvo por varios minutos luego del gol de Panamá.
Aún no había preocupación, todavía quedaba mucho tiempo por jugar. Llegó el entretiempo y las conversaciones se centraron en el rendimiento de la Verde, pero sobre todo en lo que se podía conseguir en los 45 minutos restantes.
El segundo tiempo comenzó y la esperanza de poder revertir el marcador estaba latente. Tras seis minutos, el gol rompió el silencio agudo que había tenido lugar desde el gol de Panamá. Cientos se alzaron con los brazos en alto para celebrar el gol de Luciano Ursino, todos parecían fundirse en un solo abrazo de alegría.
El escenario comenzó a vibrar con su selección, desde la tribuna de general un grupo de personas empezó con las olas. Pese a la poca cantidad de público en la curva sur, el público se alzó a su turno en cada una de las olas.
Los asistentes ponían de su parte, la emoción se iba apoderando de todos. En la curva norte, un grupo de hinchas entonaba cánticos de aliento para la Verde. Cada jugada se vivía con mucho entusiasmo, la selección podía conseguir el gol del triunfo.
Todo sumó a una tarde amena, pero no sucedió lo mismo con el resultado. El gol de Panamá, con el que se selló la victoria visitante, le puso un punto final a esa emoción que se vivió y recordó al cochabambino el amor por su selección.
La ilusión se tradujo en preocupación, ahora solo quedan esperando que se consigan buenos resultados ante Brasil y Argentina.