GV San José sufre, pero consigue el ascenso al fútbol profesional
GV San José sufrió más de la cuenta, pero al final materizalizó su anhelo de ascender al fútbol profesional y, por ende, devolverle a Oruro el lugar que había perdido hace un par de años. Ayer el cuadro orureño superó (4-2) en la tanda de penales a San Antonio Bulo Bulo y se proclamó campeón de la Copa Simón Bolívar de la presente temporada.
No fue fácil, porque el gol de Jhon Mena en el cuarto minuto de descuento estuvo a punto de echar por la borda el sueño del pueblo orureño, cuyos aficionados aguantaron estoícamente la lluvia que cayó en esa ciudad durante el desarrollo de la brega.
El golero Roberto Rivas terminó como villano el cotejo después de que el balón se le escurriera de las manos en el remate de Mena. Sin embargo, tuvo revancha y no la desaprovechó, porque en la ejecución de penales hizo lo suyo atajando un lanzamiento.
La obligación de ganar, a como de lugar para conseguir el ascenso a la División Profesional, propició que San Antonio lleve la iniciativa en la primera parte del encuentro, prueba de aquello es la contínua acción del meta Rivas en procura de evitar la caída de su pórtico.
Felipe Pasadores se erigió como el dolor de cabeza para la defensa del cuadro local, cuyos integrantes apelaron a las jugadas de contragolpe para llegar a la valla del golero Vera.
GV San José afrontó con otra mentalidad la etapa complementaria, puesto que aplicó un juego más dinámico, cerrando los espacios en su terreno, para evitar la llegada del rival al arco de Rivas.
Además, Sobrero, Mendoza, Pinto, Bejarano con sendos disparos pusieron en aprietos al arquero Vera.
Sin embargo, San Antonio también tuvo lo suyo, porque Bautista, desde una posición inmejorable, no pudo vencer a Rivas, quien se lució desviando el esférico lejos de su pórtico.
En la parte final de la brega, Taboada evitó la caída de su arco tras despejar en vigoroso remate de Bejarano cuando Rivas estaba vencido.
Después, Mena, con la complicidad de Rivas, anotó el gol que puso a temblar (más que el frio) a los aficionados orureños, ocasionando que el pleito se dirima desde los 11 pasos.