Bolívar golea a Palestino y logra histórica victoria
Bolívar, con un fútbol práctico y sin prisas, marcó una nueva historia en la Copa Libertadores, luego de golear anoche 0-4 a Palestino en el estadio El Teniente de Rancagua, la primera en Chile, en el inicio del grupo E del certamen continental.
El auspicioso debut, además de los tres puntos, suponen un premio adicional de 330.000 dólares por victoria, incentivo aprobado por Conmebol para la fase de grupos.
Este nuevo éxito para Bolívar se convierte en la duodécima victoria como visitante por Copa Libertadores, la primera en Chile y que se suma a los éxitos de Blooming (3-4 sobre O’Higgins, en 1984) y de Wilstermann (0-1 ante Colo Colo, en 2020). Antes, el Celeste ganó en Colombia (3 veces), Venezuela (2), Uruguay (2), México (2), Brasil (1) y Paraguay (1).
Victoria sin atenuantes
De inicio, el cuadro chileno se mostró ambicioso y ofensivo sobre el arco de Bolívar, elenco que soportó con aplomo los embates de Palestino.
Pero los intentos del Baisano fueron vanos, porque casi sin generar opciones de gol ni ataques claros, Bolívar se puso arriba en el marcador, luego de que a los 24 minutos una falta cometida sobre Fernando Saucedo fue cobrada como penal por el juez Cristian Falcón.
Acto seguido (27’ PT), Francisco Da Costa ejecutó el tiro penal al ras y recostado al poste derecho del meta César Rigamonti, que pese a intuir el remate no pudo contener el balón (0-1).
Ya con la ventaja a favor, Bolívar jugó con el resultado y la cancha a favor. El 0-2 cayó a los 35’ PT, tras un tiro libre de Ramiro Vaca que Da Costa peinó para descolocar a la zaga del Tino-Tino y al portero Rigamonti.
En la segunda parte, Palestino cayó en un pozo profundo de ansiedad y cometió errores que fueron beneficiosos para la visita, que a los 15’ tuvo otro lanzamiento penal a favor, tras la falta de Dilan Zúñiga sobre Ramiro Vaca.
La ejecución estuvo a cargo de Bruno Sávio, cuyo disparo fue al centro y despejado por Rigamonti, pero el rebote llegó de nuevo al brasileño que marcó el 0-3 (17’ ST).
El 0-4 final fue una obra de arte gestada en la triangulación entre Henry Vaca, Sávio y la definición de Ramiro Vaca (38’ ST).