Las luces y sombras de seis años de vida del Ministerio de Deportes
El 22 de enero de 2014 se creó el Ministerio de Deportes con Tito Montaño a la cabeza y quien estuvo al mando de la cartera hasta octubre de 2019. Su sucesor fue Milton Navarro, con el Gobierno de transición, pero no tuvo mucho tiempo para realizar cambios.
Si bien todo el deporte nacional esperaba con ansias la creación de un Ministerio de Deportes, los seis años de gestión al mando de Montaño no llenaron las expectativas sobre todo del deporte de alto rendimiento.
“Nosotros luchamos porque se constituya un Ministerio de Deportes; entiendo que se constituyó, pero las expectativas no fueron colmadas, en principio porque la Ley del Deporte establece que debe financiarse con los recursos provenientes del erario nacional y al final nunca tuvimos los recursos necesarios”, aseguró Marco Arze, presidente del Comité Olímpico Boliviano (COB).
Una de las primeras medidas que asumió el Ministerio de Deportes fue querer ordenar la casa y empezó con solicitar a las federaciones sus personerías jurídicas y una certificación sobre no tener deudas pendientes ante el Estado.
La mayoría no consiguió presentar la documentación y se les cortó el apoyo económico, motivo por el que las federaciones se quedaron sin recursos para la organización de sus eventos nacionales y los viajes de los deportistas a sus compromisos internacionales.
“El Ministerio de Deportes debía haber conseguido una asignación de recursos importante, que esté al alcance y servicio de las federaciones nacionales, incluso la anterior Ley del Deporte 2770 preveía recursos que alcanzaban y eran distribuidos a través del Fondo de Inversión para el Deporte (FID) a las federaciones y a través de ellas a la práctica deportiva en el país, cosa que no sucedió en la última etapa”, expresó Arze.
La promulgación de la nueva Ley del Deporte en 2016 no cambió el panorama de las federaciones, ya que también debían inscribirse en el Registro Único Nacional (RUN) para poder ser parte del Sistema Deportivo Nacional y así recibir el apoyo económico necesario, pero después de tres años ni el 10 por ciento de las federaciones consiguió su RUN y el sector privado (federaciones, asociaciones y clubes) se separó del público.
“Creo que no se puede excluir al sector privado de la conducción del deporte, el COB es privado, las federaciones y clubes son privados, el sistema olímpico en realidad es privado y obviamente no se los puede excluir y ese es un tema altamente criticable”, explicó Arze.
Ésta fue una de las mayores críticas que recibió la anterior gestión del Ministerio de Deportes, no sólo de las federaciones, sino sobre todo de los deportistas, que se quedaron sin el apoyo necesario para su preparación.
“Las federaciones nacionales, se quiera o no, son las que manejan los recursos humanos del deporte. Es a través de ellas por las que se tiene que promocionar la actividad deportiva y llegar a los atletas y al no existir un relacionamiento, se dio un rompimiento y no podemos hablar de alto rendimiento, sino tenemos recursos humanos”, explicó el titular olímpico.
El apoyo que recibieron los atletas en los últimos años fue a través de proyectos como los Tunkas. Además que, a través de un convenio con algunas federaciones, el Ministerio puso a disposición del deporte nacional la infraestructura, material deportivo y logístico para eventos nacionales e internacional.
APUNTE
Se premiaron a las medallas obtenidas
El Gobierno anterior ofreció un premio económico a los medallistas de eventos multidisciplinarios como los Bolivarianos, Suramericanos, Panamericanos y Olímpicos. La medalla de oro recibía $us 30.000; plata, $us 20.000, y bronce, $us 10.000.
Pese a que se trata de jugosos premios, recibió muchas críticas desde los deportistas de alto rendimiento, porque el Gobierno, a través del Ministerio de Deportes, no apoyaba a los atletas en el proceso para llegar a las medallas.
¿Elefantes blancos o legado deportivo?
Durante el anterior gobierno se construyó una gran cantidad de escenarios deportivos, muchos homologados a nivel internacional y con el material deportivo dignos para recibir un evento mundial.
Pese a ello, las grandes infraestructuras que se construyeron para muchos se tratan de elefantes blancos, porque no se logró tener el uso que se requería.
Los Centros de Formación y Entrenamiento Deportivo (Cefed) que dejaron los Juegos Suramericanos intentaron ser un aporte para el deporte nacional, con el convenio con algunas federaciones, pero una vez que finalizaron, varios de ellos quedaron sin uso.
Asimismo, se criticó que se hizo una gran inversión en infraestructura en lugares donde difícilmente puede ser masivamente utilizado, como el coliseo techado de tenis que se encuentra en el Cefed de Villa Tunari, como el estadio para 25 mil personas que también se encuentra en el mismo lugar.
La eliminación del Ministerio de Deportes deja una gran incertidumbre de cómo se administrarán los escenarios.
Destacan infraestructura y a los Plurinacionales
Aunque el deporte de alto rendimiento se sintió abandonado después de la creación del Ministerio de Deportes, el formativo, sin embargo, recibió toda la atención, sin decir de la infraestructura que se construyó en esta etapa.
La organización de los Juegos Bolivarianos Sucre 2009 y los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018 generó una inversión muy grande en la implementación de infraestructura de primer nivel.
“En general, creo que sí se hizo una gran inversión en materia de infraestructura, aunque gran parte de ella de manera desproporcional y no planificada”, destacó Marco Arze, titular del COB.
Algo que propios y extraños destacan es la creación de los Juegos Plurinacionales, que lograron la masificación del deporte e incentivaron la práctica deportiva entre miles de estudiantes a nivel nacional.
“Con los Juegos Plurinacionales, sin lugar a dudas, se incorporó e integró a muchos sectores olvidados, porque uno de los valores olímpicos es la integración de los pueblos y, consecuentemente, creo que sí se hizo ese tema”, dijo Arze.
Las carreras pedestres 10 K fueron otro programa para el fomento de la práctica deportiva exitosa, ya que se logró que miles de personas en todo el país hagan deportes, pero además ofreció un sustento económico a decenas de fondistas, quienes pudieron dedicarse a entrenar para representar al país, como lo hizo Vidal Basco y otros corredores.