Meilutyte vuelve a coronarse campeona del mundo de los 100 braza diez años después
La lituana Ruta Meilutyte volvió a coronarse, diez años después de su primer título universal, campeona del mundo de los 100 braza, tras imponerse este martes en la final de los Mundiales de Fukuoka (Japón) con un tiempo de 1:04.62 minutos.
Veinte centésimas más que el crono -1:04.42- que la nadadora báltica firmó en 2013 para alzarse con la medalla de oro en la piscina instalada en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Una década en la que Meilutyte, que cumplió 26 años el pasado mes de marzo, ha vivido una tormentosa relación con la natación, el deporte que la convirtió con apenas 15 años en una estrella planetaria, tras coronarse campeona olímpica de los 100 braza en los Juegos de Londres 2012.
De hecho, la lituana anunció en mayo de 2019, con 22 años, su retirada de la natación competitiva.
"Estoy lista para comenzar un nuevo capítulo de mi vida. Quiero vivir cosas simples, crecer, conocerme mejor a mí misma y conocer el mundo", señaló la lituana al explicar los motivos de su renuncia.
Pero si inesperada fue su retirada, no menos sorprendente fue su retorno a las piscinas cuando en diciembre de 2021 participó en los Campeonatos Nacionales de Lituania de piscina corta.
Punto de partida de una espectacular resurrección que Meilutyte, que se colgó la medalla de bronce en los 100 braza en los Mundiales disputados el pasado año en Budapest.
Un metal que repitió apenas un mes más tarde en los Europeos de Roma, en los que logró la medalla de oro en la prueba de los 50 braza. La confirmación definitiva de su regreso.
Éxitos que parecieron hacer recobrar la ambición a una Ruta Meilutiye que este martes se impuso en una final de los 100 braza que concitó a las tres últimas campeonas olímpicas, la propia Meilutyte, oro en Londres 2012, y las estadounidenses Lilly King, ganadora en Río 2016, y Lydia Jacoby, oro en Tokio 2020.
El mejor cartel posible para una final en la que la lituana, que completó los primeros cincuenta metros por debajo del récord del mundo, hizo valer su explosiva puesta en escena.
Lo demostraron las 83 centésimas en las que Meilutyte aventajó al paso por el ecuador de la prueba a su más inmediata perseguidora, la estadounidense Lilly King, que se desfondó en el segundo largo para quedar finalmente fuera del podio.
Todo lo contrario que la lituana, que volvió a ser la más rápida en los segundos cincuenta metros para alzarse, con una marca de 1:04.62 minutos, con la victoria por delante de la sudafricana Tatjana Schoenmaker, la campeona olímpica de los 200 braza, que fue segunda con un tiempo de 1:05.84.
Completó el podio la estadounidense Lydia Jacoby, que arrebató por 8 centésimas el bronce a su compatriota Lilly King, tras tocar la pared en un crono de 1:05.94 minutos.