El frío en Santiago, el rival a batir en los Juegos Panamericanos
Hasta el clima, en esta atípica primavera chilena, se ha propuesto ser otro rival a batir para los deportistas y ha sorprendido a propios y extraños en los Juegos Panamericanos de Santiago.
Se suponía que la temporada de invierno en el país sudamericano había pasado y todos esperaban la llegada de la primavera.
Pero el frío quiso quedarse un rato más en Santiago de Chile, donde la temperatura ha llegado estar en 7 grados Celsius (45 grados Fahrenheit), con una humedad del 85 por ciento, y que ha ocultado con nubes grises en la mayoría de estos días de competencia una parte de la Cordillera de Los Andes que se puede divisar desde el Estadio Nacional.
El clima, a su vez, ha llevado a que los aficionados lleguen a las sedes con chaquetas en mano, listas para la ocasión, a la espera a que de un momento a otro "el tiempo helado", como le llaman los chilenos, baje drásticamente de un momento a otro sin advertencia.
Asimismo, en algunos deportes, específicamente en la pista y el campo en el Estadio Nacional, los atletas se abrigan con diversos tipos de indumentaria, que incluyen parkas, gruesas mantas y cobijas, y ropa térmica como los llamados 'segunda piel', para mantener sus cuerpos calientes previo o después de competir.
Pese al intenso frío, que no parece dar tregua, más de 35.000 aficionados han acudido diariamente desde principios de esta semana al Estadio Nacional, mientras los atletas realizan sus pruebas y son aplaudidos por las marcas y triunfos obtenidos, pero también por la valentía de encarar el duro rival que ha sido el clima chileno.
La velocista dominicana Marileidy Paulino, campeona del mundo de los 400 metros y doble medallista de plata olímpica, corrió el miércoles la segunda serie de los 200 metros con una camiseta negra térmica manga larga para protegerse del frío y tratar de vencerlo.
"Gracias a Dios me sentí bien en la pista. Lo único malo es el frío, que yo soy anti-frío. Cuando corremos no lo sentimos, pero antes sí", afirmó Paulino tras la competencia.
Otro ejemplo de que los caribeños han sentido el frío en Santiago de Chile fue cuando la delegación de Puerto Rico desfiló en la ceremonia de apertura de los Juegos con abrigos y gorros de invierno, hecho que diversos chilenos resaltaron en las redes sociales.
En el legendario Estadio Nacional también se vio en las gradas el miércoles una bandera chilena con el mensaje "Hoy, Lluvia de oro", en apoyo a la local Martina Weil, campeona de los 400 metros, y que coincidió con la que ha sido, hasta el momento, la jornada más dura de afrontar por la lluvia y el frío.
Hasta los periodistas acreditados han sufrido en el Centro de Prensa principal de los Juegos Panamericanos, ubicado en una amplia carpa en el interior del Parque Estadio Nacional, pues como si fuera poco con el frío natural, éste fue acondicionado con un gran aire acondicionado central que no les da tregua durante todo el día.
"Creo que fuimos engañados. Nos dijeron que nos esperaban unos 17 grados pero se quedaron cortos. No estaba preparado para esto y en mi maleta hay pocas cosas de invierno", dijo hace unos días un periodista radial colombiano, mientras reportaba que hace lo que puede en esta dura competencia con la primavera más fría de Santiago.
Incluso muchos de los colegas chilenos, acostumbrados a las bajas temperaturas, han sentido el frente frío y reconocen que han tenido que usar en sus casas "calientacamas", unas frazadas eléctricas que se ubican debajo de las sábanas para poder dormir.
También volvieron a sacar los gorros y guantes de invierno, los denominados "guateros", que son bolsas de goma gruesa que llenan con agua caliente, y braseros, que es un tipo de parrilla en los exteriores de los restaurantes o residencias para calentarse.
Y a nivel gastronómico, para que el cuerpo aguante, en los restaurantes los locales les recomiendan a los visitantes comer sopaipillas secas, un tipo de fritura hecha a partir de una masa de harina de trigo frita en aceite o manteca de cerdo, algo parecido a una arepa venezolana o puertorriqueña, así como una cazuela de pollo o vacuno.
Como se le escuchó decir este miércoles jocosamente a un periodista en el Estadio Nacional, nadie estaba preparado para afrontar estos "Juegos Panamericanos de Invierno".