Cochabamba deja la Libobásquet luego de 10 años de campeonatos
Por primera vez en 10 años, la Liga Boliviana de Básquetbol (Libobásquet) no contará con representación cochabambina, debido a que el quinteto de San Simón, histórico bicampeón del certamen, desistió de jugar esta temporada por temas económicos.
Con ello, la corona 2024, que comenzará a jugarse desde el martes 26 de marzo en la fase regular, será disputada entre clubes de La Paz, Oruro, Potosí, Tarija y Sucre.
Tampoco estará Calero de Potosí, que renunció a jugar este año por la misma razón. Sus puestos serán asumidos por Kinwa de La Paz y Tarija Básquetbol.
“San Simón no dio razón, simplemente no se presentó. Calero solicitó permiso para esta gestión.
Tarija Básquetbol y Kinwa son nuevos clubes en la Libobásquet”, ratificó Saúl Villarroel, secretario general de la Federación Boliviana de Básquetbol (FBB).
En 2014, año de la fundación de la Libobásquet, Cochabamba estuvo representada por San Simón, Universidad Católica Boliviana (UCB) y Peñarol de Quillacollo.
Paulatinamente fueron relevando La Salle-Olympic (tras retirada de la UCB), Rubair de Quillacollo y Unitepc, que por diferentes motivos, entre ellos económicos, fueron dejando la máxima categoría del deporte de canasta.
Sobre la salida de San Simón, Sandro Patiño, entrenador principal del cuadro estudiantil, le confirmó a Los Tiempos esta determinación, que fue asumida por las autoridades universitarias a razón del tema presupuestario.
“El que lo lamenta más soy yo. Trabajo día a día con los chicos, pero definitivamente es una decisión de las autoridades por temas económicos. Participar en una Libobásquet es fuerte, es mucha inversión, mucha plata que no retorna. Después de la última versión (de la Libobásquet), la Universidad está en dificultades económicas según el informe, siendo el único motivo que tenemos para ello. Dimos un paso al costado”, relató Patiño.
Si bien la “U” siempre fue un constante animador de esta Liga, tanto en rama masculina como femenina, la salud económica no es la mejor, sumando esto a que las recaudaciones y poco apoyo externo tampoco acompañan la inversión requerida para contratar refuerzos y costear los viajes.
No obstante, la “U” no descarta volver a la Libo en una próxima temporada.