Marchand se lo toma con calma
Después de impactar al mundo con las dos medallas de oro que conquistó en apenas dos horas en los 200 mariposa y los 200 braza, el nadador francés Léon Marchand regresó a la piscina de La Défense para participar en las series de los 200 estilos.
El último paso en el titánico reto que Marchand, de 22 años, se ha propuesto en los Juegos Olímpicos de París, ganar, nada más y nada menos, que cuatro medallas de oro.
Tres ya las tiene en su bolsillo, tras imponerse en la capital francesa en los 400 estilos, los 200 mariposa y los 200 braza, y la cuarta parece en camino, pese a que Léon Marchand se tomó con bastante calma su concurso en las preliminares de los 200 estilos.
Tal y como reflejaron los 1:57.86 minutos que el galo firmó esta mañana, tres segundos más que el récord de Europa que estableció en 2023 en Fukuoka con un crono de 1:54.82 para coronarse por segunda vez consecutiva campeón del mundo de los 200 estilos.
Un registro suficiente para concluir las series en tercera posición por detrás del japonés Daiya Seto, campeón del mundo en el año 2019, que nadó en 1:57.48, y del británico Duncan Scott, vigente subcampeón olímpico, que logró un registro de 1:57.77 minutos.
Dressel deja alguna duda
Algo más de dudas dejó el estadounidense Caeleb Dressel, el vigente campeón olímpico de los 50 libre, que logró el pase a las semifinales del esprint corto con la decimotercera mejor marca de todos los participantes con un tiempo de 21.91 segundos.
Medio segundo más que la marca -21.41- que Dressel logró el pasado mes de junio en las pruebas de selección olímpica de Estados Unidos, en las que ganó el billete para los Juegos de París.
La primera gran competición internacional que el de Florida, ganador de ocho oros olímpicos, disputa desde que en el verano de 2022 abandonó de forma inesperada los Mundiales de Budapest devorado por la ansiedad.
Quien no dejó ninguna duda fue el australiano Cameron McEvoy, que a sus 30 años busca el oro olímpico que le falta en su palmarés y que firmó el mejor registro de las series con un crono de 21.32 segundos.
Australia apunta al oro en el 4x200 libre femenino
Oro que parece más que seguro para el equipo australiano femenino del relevo 4x200 libre, que con una alineación sin todas sus titulares se aseguró acceder a la final con el mejor registro de todos los participantes, tras firmar un tiempo de 7:45.63 minutos, seis segundos menos que sus mas inmediato perseguidor.
Una marca que las oceánicas mejorarán más que previsiblemente en la final de esta tarde con la inclusión el equipo de Mollie O'Callaghan y Ariarne Titmus, oro y plata en estos Juegos en la final de los 200 libre y poseedoras de los dos mejores cronos de todos los tiempos.
La también australiana Kaylee McKeown, oro en los 100 espalda, se dejó llevar y fue tercera con un tiempo de 2:08.89 minutos en las series de los 200 espalda que lideró la china Xuwei Peng con una marca de 2:08.29, lo que no impide a la oceánica seguir siendo la máxima favorita para colgarse el oro y repetir el doblete que ya logró en los Juegos de Tokio.