Serbia se rebela contra la expulsión de Djokovic
El Gobierno serbio, las instancias deportivas y muchos habitantes del país de los Balcanes se rebelaron ayer contra la expulsión juzgada “escandalosa” y “política” de Novak Djokovic, por parte de Australia, tras un largo culebrón respecto a la concesión del visado de la estrella del tenis, que no se ha vacunado contra la Covid.
“Piensan que con estos 10 días en los que recibió un tratamiento inadecuado han humillado a Djokovic”, lanzó el presidente serbio Aleksandar Vucic. “Se han humillado ellos mismos, Djokovic puede volver a su país con la cabeza alta y mirar a todo el mundo a los ojos”, señaló.
El Tribunal Federal de Australia no admitió el recurso que el serbio de 34 años había presentado contra su expulsión, enterrando sus esperanzas de conquistar, en el Open de Australia, que comienza hoy, un 21º título de Grand Slam, lo que habría constituido un récord.
“Estoy extremadamente decepcionado”, reaccionó Djokovic, añadiendo querer ahora “tomar un tiempo para descansar y recuperar”.
La estrella embarcó en un avión para Dubái, pero su destino final es por ahora desconocido.
El comité olímpico serbio también aportó su apoyo a quien el país considera un ícono: “Estamos extremadamente orgullosos de Novak Djokovic y de la forma con la que ha hecho frente a estas circunstancias extremadamente difíciles y desagradables”, dijo la instancia en un comunicado en línea. “Pese a esta decisión escandalosa, estimamos que Novak salió de nuevo vencedor”, añadió.
Australia ahora se suma a la larga lista de polémicas y de pasos en falso que le hacen ir por detrás en popularidad del español Rafael Nadal y del suizo Roger Federer.