Carlos Alcaraz: el triunfo del niño que creyó
Carlos Alcaraz llegó por primera vez a Wimbledon en 2019, para disputar el torneo júnior, y después de una charla entre Juan Carlos Ferrero y Roger Federer, el suizo decidió pelotear con él. La foto que salió de aquel warming está enmarcada en la casa del murciano, que cuatro años después pasó de ser el compañero de Federer en la pista a su sucesor en el muro de los campeones del torneo.
“Mi sueño es ganar Wimbledon”, dijo en un torneo a los pies de la Torre Eiffel y con doce años un chico de El Palmar.
El sueño se cumplió ayer, Alcaraz venció a Djokovic por 3-2 (1-6, 7-6 (6), 6-1, 3-6 y 6-4) y se convirtió en el quinto español campeón en el All England Club, junto a Manolo Santana, Conchita Martínez, Rafael Nadal y Garbiñe Muguruza, tras juego que duró 4 horas y 43 minutos.
Lo espectacular del viaje de Alcaraz radica en su vertiginosidad y en su precocidad. Wimbledon era apenas su cuarto torneo en césped y hasta hace un mes nunca había alcanzado unos cuartos de final en hierba. En Wimbledon 2021, cuando era sólo una promesa, le frenaron en segunda ronda, en 2022, cayó en octavos de final.
Tanto Nadal, Federer y Djokovic necesitaron años y años para ganar un primer título en hierba, pero él sólo necesitó dos. Triunfó en Queen’s, sorprendiendo a todos.
“Quiero jugar la final y la quiero jugar contra Djokovic”, aseveró el murciano en su primera rueda de prensa en Wimbledon.
Tras casi cinco horas, rozando la final más larga de la historia de Wimbledon, Alcaraz devoró al chacal y bordó su propia historia. Pasó de ser el chico que sueña al chico que se consagra y viajó desde un club de tenis de Murcia a la Catedral de este deporte.