El tenis sigue alejándose de Sudamérica
La decisión de la ATP de trasladar el torneo de Córdoba (Argentina), sobre tierra batida, a Mallorca (España), sobre hierba, deja a Sudamérica con solo tres torneos de tenis en 2025, un golpe más a una de las regiones más olvidadas por este deporte
Sudamérica albergará en 2025 los torneos de Buenos Aires, del 10 al 16 de febrero, de Río de Janeiro, del 17 al 23 de febrero, y de Santiago de Chile, del 24 al 30 de marzo. Buenos Aires y Santiago son de categoría 250, la más baja de la ATP, mientras que Río de Janeiro es de categoría 500, un escalón por debajo de los Masters 1.000.
"Se confirma la decisión de sacar un 250 a Argentina y a toda la región. De cuatro torneos a solamente tres. Sacar los torneos y posibilidades a toda Sudamérica no veo que sea una gran decisión. Una pena", se lamentó el argentino Diego Schwartzman, quien llegó a ser número ocho del mundo y ganador de cuatro títulos.
Sudamérica, que nunca albergó un Masters 1.000 ni un Grand Slam, ha ido perdiendo gradualmente torneos a lo largo de los años y atrás quedan los extintos eventos de Viña del Mar, Bogotá, Sao Paulo y San Pablo, entre otros.
La Gira Dorada o Golden Swing, como se conoce a los torneos que se juegan en Sudamérica entre el comienzo de temporada en Australia y el arranque de los Masters 1.000 en cemento americano, ha quedado en un segundo plano y ha tenido que tirar de cheque para atraer a tenistas como Carlos Alcaraz y Cameron Norrie en los últimos años.
De hecho, la participación del español en Río de Janeiro de este curso es la última que tenía estipulada por contrato. Desde la organización hay interés en renovar el acuerdo, pero cada vez más los mejores de la raqueta optan por pasar esas fechas en los torneos 'indoor' europeos, como Róterdam y Marsella, antes de dar el paso hacia Doha y Dubai.
Esto supone una mejor aclimatación para esa parte de la temporada, ya que no supone cambiar de superficie. Se pasa de jugar en cemento en Australia a seguir en cemento en Europa o Asia, antes de volar a Estados Unidos y seguir en pista rápida en Indian Wells y Miami, los primeros Masters 1.000 del año.
Acudir a Sudamérica supone pasar de cemento a tierra batida y volver al cemento antes de que comience la gira de tierra batida europea. Es decir, un desgaste y un esfuerzo mayor para unos premios que, además, son inferiores.
El campeón este año en Río de Janeiro, el argentino Sebastián Báez, se embolsó 392.000 dólares (362.000 euros), por los 550.000 dólares (508.000 euros) que se llevó el francés Ugo Humbert por triunfar en Dubai. Estos dos torneos son de la misma categoría.
En 2025, del total de 61 torneos ATP que se celebrarán en el mundo, solo tres tendrán lugar en Sudamérica.
Esto contrasta con los cinco que se juegan en Oceanía o los dos que tienen lugar en México. Solo en Estados Unidos, por ejemplo, se disputan nueve, contando tres Masters 1.000 y un Grand Slam, en Francia, cinco, contando un Masters 1.000 y un Grand Slam, y en China, cuatro.
El continente europeo aglutina casi el 50 % de los torneos mundiales, con treinta eventos.
Junto a África, que solo celebra el torneo de Marrakech, Sudamérica es la gran olvidada del calendario tenístico.
En un deporte claramente dominado por europeos, y es que el último no europeo en ganar un Grand Slam fue Juan Martín del Potro en 2009, hay cinco sudamericanos en el top 50, Sebastián Báez (19), Francisco Cerúndolo (21), Nico Jarry (23), Tomás Martín Etcheverry (30) y Alejandro Tabilo (44), además de otros ocho en el 'top 100'.
Pese a esto, la ATP sigue optando por no mirar a Sudamérica y concentrar el tenis, su expansión y su riqueza, en las mismas zonas. Y todo, además, a la espera de la entrada de Arabia Saudí.