Loayza: El ordenamiento institucional es importante para lograr cualquier objetivo
Después de más de una década de formar parte de la Fundación Cinemateca Boliviana, el reconocido cineasta paceño Marcos Loayza decidió alejarse de la institución nacional porque considera que existen criterios disímiles en lo que refiere al progreso de la entidad que fue creada el 12 de julio de 1976, primero como Fundación Cinemateca de La Paz, para después, en septiembre de 1977, cambiar a Fundación Cinemateca Boliviana, obteniendo esa misma época la personería jurídica para después ser reconocida por el Estado el 27 de junio de 1978..
¿Cómo califica su paso por la Cinemateca Boliviana?
Estuve casi dos años de presidente de la fundación hace más de una década, alrededor del año 2011, después seguí como fideicomisario, hasta que presenté mi carta de renuncia, creo, dentro de las posibilidades, se trabajó en equipo.
¿Cuáles son los factores para que no se haya institucionalizado hasta la fecha la Cinemateca Boliviana?
Creo que se la causa es que tenemos puntos de vista muy distintos y opuestos respecto a la urgencia y la necesidad de ello.
¿Considera que la selección del nuevo presidente de la fundación, el establecimiento de un nuevo directorio puede allanar el camino para plasmar ese objetivo?
Estoy seguro de que la institucionalización ayuda a cualquier sociedad, en particular creo que eso ayudará mucho a la fundación Cinemateca Boliviana. Los documentos constitutivos, las constituciones, estatutos y reglamentos creo se hacen para cumplirlos.
¿Qué otras medidas se deben asumir para lograr que la Cinemateca Boliviana consiga los propósitos por las que fue creada?
Creo que el ordenamiento institucional es una condición para lograr cualquier objetivo que se propongan en la fundación en el futuro, ya el nuevo presidente, el nuevo directorio y los nuevos miembros fideicomisarios impondrán su puntos de vista.
Alguna vez dijo que la Cinemateca Boliviana tiene que dejar de sobrevivir de la venta de taquilla. ¿Considera que se ha logrado es objetivo?
Creo que es importante el diálogo y servicio permanente con el público, que genera ingresos en todo el espectro de un centro cultural destinado a preservar el patrimonio, es decir, en taquilla, ventas de artículos, alquiler, prestación de servicios, archivo, asesorías y actividades culturales.
¿Considera que la preservación del patrimonio documental fílmico y audiovisual boliviano se ha llevado a efecto de acuerdo a los planificado?
Por nuestra condición de país, y como actualmente la sociedad y el Estado conciben nuestro cultura y patrimonio, el trabajo que se haga siempre va a ser insuficiente ante las necesidades.
¿Cómo califica al cine boliviano en la actualidad?
Pasamos uno de los momentos más tristes, con poca producción, sin la vigencia de la ley y que las autoridades paran. Van a ser más de cinco años que estamos así. Por ejemplo, actualmente en el presupuesto de la agencia que debería promover el cine, Adecine, más del 90 por ciento se gasta en salarios.
¿La ansiada ley del cine puede ser un factor definitivo para el progreso del cine boliviano?
Por supuesto que sí, sólo falta que las autoridades se pongan de acuerdo en el reglamento, y que estamos esperando. Ojalá que la nueva Ministra de Cultura tenga una mayor sensibilidad y una visión más proactiva respecto a nuestro cine.
¿El apoyo de Ibermedia fue determinante para la subsistencia del cine nacional?
Sin duda, de lejos, es el fondo más importante con el cuentan los cineastas en Bolivia; lamentablemente, no hay fondos de contrapartida nacionales que nos permitan hacer coproducciones.