Día Internacional del Actor. Papeles que desafiaron a protagonistas hasta el límite
El Día Internacional del Actor, celebrado cada 26 de agosto, es una fecha para rendir homenaje a aquellos que dedican su vida a las artes escénicas. Estos profesionales además de brindar entretenimiento a los espectadores, también exploran las profundidades de la experiencia humana a través de sus interpretaciones. Sin embargo, detrás de cada actuación memorable, a menudo hay una historia de sacrificio, esfuerzo y, en algunos casos, dolor.
En el cine podemos apreciar actuaciones tan intensas que los actores han experimentado dificultades físicas y emocionales para encarnar a sus personajes.
Adrien Brody como Wladyslaw Szpilman en El Pianista
Brody se adentró profundamente en la mente del músico judío Wladyslaw Szpilman, un papel que le exigió más de lo que inicialmente esperaba. Para interpretar al protagonista, Brody no solo aprendió a tocar el piano, sino que también experimentó el hambre y la soledad a niveles extremos.
“Renuncié a mi departamento, vendí mi auto, desconecté los teléfonos y me fui. He experimentado pérdidas, he experimentado tristeza en mi vida, pero no sabía la desesperación que viene con el hambre”, confesó en una entrevista con la BBC.
Zendaya como Rue en Euphoria
Con tan solo 25 años, Zendaya se enfrentó a uno de sus papeles más desafiantes en la segunda temporada de la serie, donde su personaje Rue toca fondo en su lucha contra la adicción. La joven actriz describió la experiencia como “extremadamente dolorosa”, no solo para ella, sino también para el equipo que la acompañó en este proceso. Sam Levinson, creador de la serie, reveló que lo más complicado para Zendaya fue “ser emocionalmente vulnerable en escena”, un reto que logró superar, ganándose un premio Emmy por su actuación.
Linda Blair como Regan McNeil en El Exorcista
Blair, con solo 14 años, enfrentó un desafío monumental al interpretar a Regan McNeil en El Exorcista. Las exigencias físicas del papel, que incluían una fractura en la espalda que le causó escoliosis, se combinaron con un acoso mediático que afectó profundamente a la joven actriz. Años después, Blair continuó lidiando con las secuelas físicas y emocionales de este icónico rol.
Maria Schneider como Jeanne en El último tango en París
La infame escena de sodomía no consensuada, que no estaba en el guion y fue filmada sin su consentimiento previo, dejó una cicatriz profunda en la actriz. Tanto Marlon Brando como el director Bernardo Bertolucci conspiraron para mantenerla en la oscuridad, lo que aumentó la humillación que sintió durante y después de la filmación.
Anne Hathaway como Fantine en Los Miserables
Hathaway se sometió a una transformación física y emocional extrema para interpretar a Fantine . La actriz perdió peso, se sometió a un corte de cabello radical y, después de las filmaciones, se sintió abrumada. Hathaway describió su experiencia como “una ruptura con la realidad”, destacando lo difícil que fue retomar su vida normal después de encarnar a un personaje tan trágico.
Leonardo DiCaprio como Hugh Glass en The Revenant
DiCaprio, conocido por su dedicación actoral, enfrentó su mayor desafío en The Revenant, donde interpretó a Hugh Glass, un cazador de pieles que lucha por sobrevivir en condiciones extremas. DiCaprio describió la experiencia como la más difícil de su carrera, soportando temperaturas bajo cero y un rodaje extenuante. “Cada día de esta película fue difícil. Fue la película más difícil que he hecho”, dijo a la revista Wired, en 2015.
Natalie Portman como Nina Sayers en Black Swan
La actriz entrenó durante 16 horas diarias y perdió 10 kilos para encarnar a una bailarina profesional de ballet. Las exigencias del papel fueron tan extremas que Portman sufrió lesiones, incluyendo una costilla dislocada, y experimentó un agotamiento severo.
“Hubo algunas noches en las que pensé que literalmente iba a morir”, declaró a Entertainment Weekly.
Adam Driver como Maurizio Gucci en House of Gucci
Driver enfrentó el desafío de interpretar a Gucci, un personaje que estaba lejos de su propia realidad. Driver reveló que, después de 14 horas diarias de rodaje, estaba “listo para que terminara”, destacando lo difícil que fue habitar el mundo de un personaje tan distinto a él.
Heath Ledger como el Joker en The Dark Knight
La interpretación de Heath Ledger como el Joker en The Dark Knight es legendaria, pero tuvo un costo alto para el actor. Ledger reveló que el papel le provocó insomnio severo, y solo lograba dormir dos horas por noche debido a la intensidad con la que se adentró en la mente del personaje.