El temible viborón del río Pilcomayo
Cuando algún pescador se ahoga en el Pilcomayo y su cuerpo no aparece, la creencia popular es que su cuerpo se lo llevó el viborón, una gigantesca serpiente que aparece como castigo de la naturaleza contra los hombres depredadores que no respetan las temporadas de crecimiento de los peces.
El enorme reptil va río arriba y río abajo por el Chaco tarijeño para poner algo de orden ante el desenfreno y sembrar recelo justo en la temporada baja de pesca, cuando los cardúmenes se reducen en cantidad y tamaño.
“Normalmente aparece cuando hay temporada baja, cuando no hay mucha pesca.
Si casualmente mueren uno o dos pescadores en el puesto Margarita o por Samaihuate, o Ibibobo y no se encuentran los restos (…)los pobladores dicen que es el viborón el que se los llevó”, cuenta el investigador chapaco Miguel Molina.
La leyenda se remonta a la época de la Guerra del Chaco (1932-1935). Quién sabe si algunos soldados perecieron en el Pilcomayo y se culpó a la temible serpiente.
Tal es la creencia que si los niños sacan algún pez diminuto prefieren lanzarlo de nuevo al agua ante el temor de perecer en las enormes fauces. Ellos saben que por lo general un sábalo supera los 40 centímetros de tamaño, por eso, si pescan uno de 15, el pez vuelve a su hábitat más pronto que tarde.
El mito se extendió como una alerta al cuidado de la fauna y flora del sitio, para que la naturaleza mantenga su equilibrio entre la explotación de cada uno de los recursos y l amano ambiciosa del humano.
Protagonistas
Los personajes de los mitos y leyendas habitan en la imaginación popular y no pueden ser explicados de manera racional porque son historias para ser contadas.