“Sobre rieles”, viaje hacia un pasado lleno de calor y amor
Mariana Ruiz Romero
Este breve relato nos transporta, en cinco anécdotas, al azaroso mundo de los trenes en la línea de ferrocarril oriental: aquella que une Santa Cruz, atravesando el pantanal, llega hasta Corumbá, Brasil.
No se trata solamente de la descripción del recorrido, sino del inicio de una infancia, la de Claudia, del cariño de su abuelo (a quien le dice papá y que trabajaba en el ferrocarril), de momentos difíciles y del inicio del colegio.
También es el maravilloso recuento de la magia de aprender, de las ideas y el poder de asociación, de la imaginación, los miedos y el poder de lo simbólico, un relato realizado a través de los ojos de una niña, a medida que el mundo se abre ante sus ojos.
¿Qué podemos saber de Claudia a sus tres, cinco, siete años de edad?
Imaginen una niña de ojos grandes e inquisitivos, con una imaginación desbordante y una sensibilidad fuera de lo normal, quien sabe de la sinestesia de las palabras y del sabor de los recuerdos; a quien aprender a leer le intimidará, el espacio vertical y autoritario de la escuela siendo un gran obstáculo (una crítica magistral a la educación desde la imposición del castellano como segunda lengua) y un abrirse lento al mundo, a las palabras y los hechos de los hombres.
“Lo que mi madre no entendía era que cuando yo estaba con esos niños y, en general, cuando estaba en la escuela, el ratón se comía mi lengua y no podía hablar. Algo me pasaba en ese lugar, era como una magia oscura que se comía mi lengua y mis palabras”.
“No sabía cómo explicarle eso a mi madre, era lo que sentía”.
“Por lo visto mi misión era ir a la escuela, así que decidí ir y ser fuerte cuando la profesora gritara. Aprendí a sonreír cuando me hablaban, decía sí, no, no sé, gracias, por favor, hola”.
Y fuera de la escuela, el gran escape es el tren, donde la vida transcurre sobre rieles, unos rieles que te transportan, como lo hace la poesía, como lo hace el amor sincero, la solidaridad y las ansias de crecer.
Los obstáculos de la escuela, esa violencia institucionalizada, que queremos creer a cambiado ahora, y que no se tolera como se toleraba en su infancia, nos muestra una mirada crítica.
El esfuerzo de Claudia, el lento proceso de abrirse a un diálogo, uno en el que esta niña maravillosa quiere ser incluida como contraparte, no sólo como recipiente, el diálogo como fuerza redentora que nos permita disfrutar de aprender, en lugar de vivir —como todavía se hace en muchas partes— repitiendo cosas sin sentido de memoria.
Claudia es una rara avis, una estudiosa de la filología, amante de su paisaje oriental, poeta e investigadora joven, nacida en Santa Cruz de la Sierra en 1984.
Sobre rieles, de Claudia Cecilia Vaca Flores. Las ilustraciones corresponden a Alejandra Salvatierra.
Colección Loqueleo. Editorial Santillana, 2021. 43 páginas.