La marca de los reyes
Liliana de la Quintana
La marca de los reyes”, escrita por Verónica Linares, es una novela de aventura protagonizada por Candicha, una niña afrodescendiente que desde su nacimiento tiene un signo especial en su vida.
Poseedora de unos dones mágicos y conocimientos sobre la naturaleza, los animales y algo de otros idiomas, buscará encontrar mayor información para entender esta especial situación.
La niñez de Candicha está marcada por la presencia de una anciana afro, una awicha que transmite sus conocimientos a la niña, para dar de alguna manera continuidad a esta sabiduría que es vista y sentida por los otros como una actividad marginal y hasta peligrosa.
Los denominativos de macumbera, hechicera o bruja corresponden a una mirada de desconocimiento de los pobladores, sobre sus verdaderas cualidades extraordinarias de relacionamiento con la naturaleza, de sus poderes curativos, de su independencia y su libertad.
Candicha, que retoma su nombre mágico que es Mahdis, tiene a dos compañeros, Amadeo y Trini, como aliados de sus aventuras y búsquedas, pues, antes de morir, ha recibido de la awicha un collar con una media luna, y esta especie de amuleto la impulsa a descubrir el significado del mismo.
Es interesante la enumeración del tipo de vegetación característica de la zona, así como de las especies de pájaros que viven en ella con sus nombres “nativos”.
La descripción del paisaje es conmovedora y nos permite sentir la bruma, la humedad y el olor a bosque. Se puede sentir a los Yungas paceños.
El acercamiento a la muerte no es tan lúgubre: la awicha se va de este mundo bailando y cantando a otro nivel de vida. Al mismo tiempo es tan paradójica la misa que le hacen, recogiendo a los asistentes que están en la calle y la plaza, que son prácticamente arrastrados a la iglesia. Están sin estar: un loco, un borracho, un heladero, gente que no entiende que pasa, personajes que podrán respaldar la “misa” para una “hechicera”.
Si hay una lucha y una reivindicación de la población femenina afrodescendiente es el tema del cabello. Por siglos ha sido motivo de mofa y de discriminación. Los compañeros de clase de Candicha se ríen de su cabello y le preguntan si no tiene peine. La respuesta será la rotura de vidrios que realiza un pájaro que le atribuyen al enojo de la niña.
El rol de la maestra en la escuela y su mensaje de que “¡obedecer es lo más importante!” y “si desobedecen están haciendo algo malo y les pasara algo espantoso” está como el gran desafío que tiene Mahdis, pues justamente ella es la “rebelde” que está buscando su camino, que lucha por conseguir sus metas, que obedece a su corazón y a su historia.
Verónica ratifica de alguna manera la posición que tiene la maestra, que al final baila Caporales, el baile de los capataces que vigilaban a los esclavizados y si no cumplían con sus dolorosos deberes, los golpeaban para continuar los trabajos forzados.
La novela incorpora la historia del Zambo Zalvito, que fue hasta hace unos años, la única historia sobre los afros.
Y para comprender la magnitud de ésta, es muy importante dar el contexto de la situación de los esclavizados, que no “llegaron” a los Yungas, fueron obligados a trasladarse y vivir en condiciones infrahumanas. El tráfico de humanos es la gran herida de la humanidad que aún sienten sus descendientes.
La cueva donde finaliza la novela tiene una gran magia. El grupo debe limpiar un ataúd donde descubren a la awicha que posee un collar similar a Mahdis.
Hay una especie de resurrección porque juntas cantan y se elevan. Se ratifica la presencia de reyes y reinas africanas que fueron esclavizados, tienen la marca de los reyes, pero que nos les sirvió mucho para librarse de la pobreza, del racismo y de la discriminación. Como afirma Verónica, reyes sin súbditos, sin riquezas y sin sueños.
Cuando se hace referencia a la “raza negra”, hace bastante tiempo que las Ciencias Sociales han descartado el concepto de raza, porque es confuso desde el punto de vista científico, pues no ha sido eficiente para entender la diversidad genética humana y más bien ha sido muy nocivo para desatar las relaciones de racismo en la humanidad.
En el caso de Bolivia y de América Latina se denomina afrodescendientes.