André Leguizamón, el niño prodigio del arte boliviano
André Leguizamón Ovando (12 años) se perfila a erigirse como uno de los pintores emblemáticos de Bolivia. Los dotes para plasmar su imaginación en sus lienzos a su corte edad respaldan esa aseveración. El niño pintor cochabambino acaba de estrenarse en el mundo del arte con su primera exposición en el Centro Cultural Fearless.
1.- ¿André cómo nace tu afición por el arte?
Por dos motivos: El primero, veía a mi hermano dibujar y soñaba que un día podría imitarlo, pero jamás pensé llegar a superarlo. Otro de los motivos es que estudiaba ajedrez y pasaba por la academia Urquidi todas las tardes y me detenía a ver y observar todas esas bellezas plasmadas en un lienzo, y decía quizás algún día yo pueda hacer esto.
2.- ¿Te acuerdas cuál fue tu primer dibujo?
Fue el personaje de un dibujo animado llamado “Goku”, que estaba de moda en
ese entonces.
3.- ¿En qué te inspiras para producir tus obras?
A un principio con modelos que me mostraban en la academia y con mi ingenio yo los cambiaba. Posteriormente, me inspiré en el arte pop porque yo pensé que podía crear mis propios diseños, pero como soy niño siempre con la base de un maestro.
4.- ¿Cómo calificas tu primera exposición?
Para mí, es grandiosa, pero espero que el público me califique.
5.- ¿Cuántos lienzos expones en Fearless?
R. Todos los que entraron en el salón, más de 30.
6.- A propósito, ¿por qué se llama Pinceles de alborada?
Ese título lo eligió la poeta boliviana Kethy Castedo que es mi tía y mi madrina impulsora para esta exposición. Me explicó que alborada significa nacimiento y los pinceles son mis herramientas de trabajo, por lo tanto, se pueden definir como “pinceles nacientes”, eso significa.
7.- ¿Con qué género de la pintura te identificas y por qué?
Me identifico con el género pop art porque es contemporáneo y está más de acuerdo a mi edad.
8.- ¿En qué medida tu alto coeficiente mental te ayuda para desarrollarte en el arte?
Yo no creo tener un coeficiente superior ni inferior que todos los niños del mundo. Dios nos a hecho todos por igual, solamente que
soy un apasionado por la pintura, muy perseverante y constante.
9.- Coméntanos como fue tu infancia
Feliz, dentro de un matrimonio feliz, con la libertad de hacer, de pensar como quiera y de crear lo que quiera, por supuesto el arte estaba dentro de estas creaciones.
10.- ¿Tienes algún mentor para desplegarte en el arte?
Claro que sí, porque en cuanto mis padres descubrieron y notaron mi apego y mi habilidad por la pintura, no dudaron en ponerme a la academia Urquidi. Mis maestros Roberto y Alex Urquidi han sido y siguen siendo mis profesores y guías, a los cuales les estoy muy agradecido.
11.- ¿En qué medida te apoyan tus padres para materializar tus proyectos?
Absolutamente en todo. Sin el apoyo de ellos no podría llegar hasta donde estoy llegando ahora.
12.- ¿Alguna anécdota en especial que recuerdas?
Una anécdota que nunca voy a olvidar es la cara de sorpresa de mi madre cuando volví de mi primera clase de pintura pintarrajeado de arriba abajo, porque yo no fui con ropa adecuada.
13.- ¿Cuál es tu aspiración máxima?
Mi máxima aspiración es que mi pintura algún día llegue a tocar el alma de todos los seres humanos.