Biodiversidad. Pez dorado: crónica de una extinción anunciada
El dorado, una especie de bagre de importancia comercial que migra miles de kilómetros desde las embocaduras de los ríos Amazonas y Orinoco hasta las ramificaciones de los Andes, donde desova, y que anteriormente estaba en la categoría de menor preocupación, ahora está clasificado como “vulnerable”, como consecuencia de la construcción de las represas hidroeléctricas en la cuenca del río Madeira, cerca de la frontera entre Brasil y Bolivia, anunció recientemente la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) en la reunión de la COP28, que se celebró días atrás en Dubái.
Según la lista roja de la UICN de especies amenazadas, las acciones humanas amenazan a un número creciente de especies de peces.
La actualización del informe marca el final de la primera evaluación exhaustiva de las especies de peces de agua dulce del mundo, revelando que el 25 por ciento (3.086 de las 14.898 especies evaluadas) se encuentran amenazadas de extinción. Al menos el 17 por ciento de las especies de peces de agua dulce amenazadas se ven afectadas por el cambio climático, la contaminación, las represas, la extracción de agua, la sobrepesca, y las especies invasoras.
Peligro
El dorado o plateado (Brachyplatystoma rousseauxii) migra aproximadamente 4000 km a lo largo de su ciclo de vida, utilizando toda la cuenca amazónica. Nace en las cabeceras de los ríos amazónicos en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Las larvas derivan hasta la desembocadura del río Amazonas, donde se alimentan y crecen durante dos años. Una vez que llegan a tener aproximadamente 5 kg, inician la migración río arriba para retornar a la cabecera donde nacieron, para reproducirse y de esta manera completar su ciclo.
Para los peces migratorios, los ríos son como caminos y avenidas. Para completar su ciclo de vida, los peces dependen de la conectividad, es decir de la posibilidad de desplazarse de un lugar hasta otro
También necesitan el pulso del río. Un río vivo tiene un flujo natural, con picos en la época de lluvias que dan al pez el señal para iniciar su migración reproductiva o entrar al bosque para alimentarse. Si esta señal no llega, el pez no migrará y no completará su ciclo de vida.