Betty Veizaga: Nuestras raíces son profundas y hay que conservarlas
Betty Veizaga es un símbolo del folklore y la cultura boliviana. Ella es además un estandarte de la música nacional en el exterior, habiendo realizado giras en Europa, Estados Unidos y Argentina. Nacida en la provincia de Vacas, manifestó desde muy pequeña sus grandes dotes artísticos. Con el tiempo se forjó un nombre que es bien reconocido para todos los bolivianos que disfrutan de su impresionante repertorio musical. En una entrevista con Los Tiempos, Betty contó un poco sobre sus experiencias musicales.
- ¿Cómo se inició en el mundo de la música?
Yo desde muy pequeñita mostré mis aptitudes artísticas para la admiración de toda mi familia. Todos se sorprendían al verme con tanta potencia artística en el baile y la música. Siempre tuve esa habilidad y carisma. Mi papá siempre decía: ¡qué será de esta niña!
Yo vengo de una familia pobre, éramos 10 hermanos. Por eso a mis 8 años yo me trasladé a la ciudad de Cochabamba con mi hermana mayor. Ella también era jovencita. Tenía 15 años, casi 16 y estaba estudiando corte y confección. En esa época sufrí mucho la ausencia de mis padres. Durante ese tiempo seguí mostrando mis aptitudes. Iba a concursar a la radio San Rafael, donde cantaba por un chocolate o una entrada al cine. Era una chica muy inquieta.
Cuando entré al colegio Helena Arze, las chicas me delataron de que yo sabía tocar el charango y cantar. Mi profesora de música de ese entonces me dijo que cante en el coro, pero yo era muy tímida para mostrar mi arte al público o a mis compañeros. Ella me incentivó y formamos un grupo llamado Las Zagalas con otras artistas que estaban en el colegio como Ana Cristina Céspedes.
En esa época éramos el único grupo que tocábamos charango con guitarras y voces. El charango era constituido en ese tiempo como un instrumento del campo, era discriminado. Pero aun así llevamos adelante el proyecto con apoyo de nuestros maestros y padres.
- Tengo entendido que fue integrante de un grupo en Suecia. ¿Puede contarnos sobre esta experiencia?
En 1980, conocí a Ruffo Zurita, quien se convertiría en mi esposo. Él vivió muchos años en Suecia. Comenzamos a enamorar y me fui con él al país europeo. Mis hermanos Rubén y Johnny también fueron conmigo. Juntos formamos el grupo Pukaj Wayra. Allá grabamos discos e hicimos giras.
No es poca cosa que los bolivianos salgamos al exterior sin saber nuestro destino, a un país totalmente desconocido con una cultura diferente, un idioma distinto, gastronomía totalmente diferente. Cuesta bastante tiempo adaptarse a todo eso. El clima es muy duro, allá hay cuatro meses de un invierno helado. El idioma sueco fue uno de los más difíciles que sentí en mi vida. Pero gracias a mi oído musical y gracias a que mi papá quiso que aprenda inglés, me fue más sencillo aprender el sueco.
Suecia se convirtió en nuestro hogar. Yo me siento muy agradecida con ese país porque cuando empezamos a mostrar nuestra música y nuestro talento, nos abrieron las puertas al 100 por ciento. Cuando ven que uno quiere mostrar la cultura y el folklore de su país, ellos ayudan con todo. Nosotros somos muy conocidos en el ambiente cultural y musical en Estocolmo.
- Al regresar se embarcó en un proyecto para construir una escuela. ¿Cómo lo llevó a cabo?
En 1984, comenzamos con el proyecto de la Escuela Vikinga. Esto se hizo con la colaboración del Gobierno sueco y de los profesores a los que nosotros conocimos en una gira en Suecia. Ellos nos invitaron a comer y dijeron que querían ayudar a un país de Sudamérica. Nosotros les dijimos que colaboren con Bolivia porque tenemos mucha pobreza en el país, en la juventud.
Nos reunimos con el rector de esa escuela que también se llamaba Escuela Vikinga en la región sud de Suecia. Así comenzamos a trabajar con los profesores y alumnos. Estuvimos cuatro o cinco años recaudando dinero. Con Pukaj Wayra grabamos discos para juntar dinero para el proyecto. Hicimos muchas campañas de kermés e incluso aprendí a hacer salteñas, que a todo mundo le gustó. Fue una lucha de muchos años.
El Gobierno de nuestro país aceptó el proyecto y entregamos concluida en su primera fase el año 88. Todo el equipamiento de la escuela lo hicimos traer en contenedores por mar desde Suecia. Así nació la Escuela Vikinga-Boliviana. Ahora, el establecimiento educativo está en manos del Ministerio de Educación.
- ¿Hay alguna canción que planee lanzar pronto?
Ahora estoy promocionando las coplas del carnaval que ya fueron lanzadas. Estuve en las oficinas de Los Tiempos mostrando un poco de mi talento cantando para los miembros de la prensa. El principal tema se llama “Mejor si te alegras”.