Memorias. Una exposición en el Centro Patiño muestra fotos inéditas de Julia Vargas
Cerca de 40 fotografías, la mayoría en blanco y negro, producidas entre inicios de los años 60 y la década de los 70 del siglo pasado, además de una cámara analógica de gran formato y otros objetos de esa época, todo del archivo de la fotógrafa, educadora y cineasta Julia Varga están expuestos por primera vez desde el viernes último en el Palacio Portales, de la Fundación Patiño Cochabamba, en la muestra “Memorias propias”.
Es una exposición de primicias, pues allí se exhiben fotos de Julia Vargas que jamás se habían mostrado antes en público, es también la primera vez en más de 50 años que el Palacio Portales vuelve a acoger una muestra de la artista, y es, además la presentación de parte del material producido en la residencia artística de creación en danza y laboratorio de fotografía de acción y movimiento de la Organización Cultural Julia Vargas (OCJV), ICrea Casa Cultural y el Laboratorio de Investigación en Artes UMBRAL.
Memoria
Las fotos de Julia Vargas expuestas en el Centro Patiño parecen empujarnos a un salto hacia el pasado, pero esa primera impresión se disuelve en la delicada estética y la sensibilidad de las imágenes capturadas por la artista con una calidad que explota de manera óptima los recursos técnicos y tecnológicos de hace más de medio siglo.
“Estas fotos han sido tomadas, reveladas, ampliadas y fijadas en papel fotográfico con el método analógico, es decir: película, emulsiones, ampliador, papel y todo el procedimiento necesario. Son originales, todo realizado por Julia. En cada foto está contenido un momento de memoria de ella que ha mirado por ese lente que ha decidido el encuadre que ha metido sus manos en los químicos para fijar la imagen en el papel fotográfico, y eso está ahí y eso es un pedazo de ella”, dice Natalia Fajardo, directora de la OCJV.
Intergeneracional
“En esas imágenes fui reubicándome ideológicamente como boliviana, redescubriendo la belleza de nuestra geografía y constatando nuestra inmensa riqueza cultural. Los miles de imágenes tomadas, son mi riqueza acumulada y en parte el acervo de una Bolivia que ya no existe”, escribía Julia Vargas en 2017, un año antes de fallecer.
Esa “riqueza acumulada”, junto con sus cámaras y otros objetos conforman el vasto archivo de Julia Vargas, gestionado ahora por la OCJV y atesorado en parte en ICrea Casa Cultural.
Y la exposición “Memorias propias” es también una invitación a que la gente pueda encontrarse con esas partes de la obra de Julia que tal vez no son tan conocidas. Que también puedan un poco, a través de los objetos que ella utilizaba, sobre todo los materiales fotográficos, tener como una cierta relación, un diálogo intergeneracional”, agrega Natalia Fajardo.
Resignificación
Y parte de ese diálogo al que se refiere la directora de la OCJV está también expuesto en el Palacio Portales en 15 fotografías y un video que muestran lo producido en la primera residencia artística mencionada líneas arriba.
La muestra actual es también una especie de anuncio del lanzamiento de la versión 2024 de esa residencia artística que este año se centrará en “el envejecimiento del cuerpo de las mujeres, un tema entorno al que Julia ha trabajado muy fuertemente y en todas sus épocas, en todas sus etapas de fotógrafa”.