Roiz: el arte por naturaleza
La artista visual y diseñadora tarijeña Andrea Ruiz Romero, cuyo nombre artístico es Roiz, participa en la exposición de artistas emergentes del proyecto cultural CAOS en Cochabamba. El arte de Ruiz se inspira en la belleza, la fantasía y la cotidianidad.
Bagaje y técnica
Roiz nació en Tarija, se formó como diseñadora de interiores en Córdoba y radica desde hace una década en Buenos Aires, donde trabajó como diseñadora y actualmente cursa la Carrera de Artes Visuales en la Universidad Nacional de Artes. Durante la pandemia, decidió dejar un trabajo fijo para dedicarse plenamente a su arte y estudios, lo cual fue un desafío dada la incertidumbre inicial que tal decisión implicaba. Sin embargo, hoy está convencida del camino que emprendió como artista.
Desde niña, sentía inclinación por las manualidades, el dibujo y la pintura; sentía que la creatividad palpitaba en sus manos. Con el pasar de los años, su sensibilidad por admirar—y por representar—la belleza en la naturaleza y en los objetos se fue tornando en un rasgo cada vez más central en su ser. Fue en momentos de crisis y replanteamientos profundos cuando comprendió que crear era tanto una válvula de escape, como una manera de conectar consigo misma para transmitir sus sentimientos y transformar su dolor en belleza. Su arte se volvió una meditación.
La artista se inspira en la belleza, en los términos más amplios. Trátese de la luna, de objetos decorativos, de rostros y rasgos humanos o de cantos. Roiz trabaja su obra por series de “retratos fantásticos”, de abstracciones, de lunas eclipsadas, de bodegones que considera una oda a los objetos cotidianos.
Su proceso creativo es dinámico y cambiante: algunas veces su inspiración se dispara mediante palabras o frases aisladas, versos de alguna canción y va directamente al lienzo; otras veces, comienza por un boceto, elige un soporte, las dimensiones y la paleta de colores. El dibujo y su “imaginación espacial” la acompañan con naturalidad ni bien empieza a plasmar sus ideas sobre la tela.
La obra de Roiz escapa a una definición específica, tanto en lo representativo como en lo técnico. “Todo es experimentación, siento que acabo de empezar”. Su pintura puede considerarse abstracta, pero también figurativa. Muy a menudo está entremezclada, incluso atravesada, por la naturaleza. “Las paletas más hermosas ya están dadas y están en nuestro entorno natural”, comenta. Como jugando, la artista disfruta al descomponer el color que la rodea, encontrar el porcentaje de rojo, azul o amarillo en el paisaje, en el reflejo del sol al moverse el agua, en las ramas, en los insectos.
En su portafolio, se observa el uso de acrílico, pastel seco, grafito y collage. La obra que presenta en CAOS, un acrílico sobre tela de 100 x 80 cm, es un bodegón de plantas con deconstrucción cubista en perspectiva tridimensional, cuadro que es parte de la serie Odas.
Una serie de obras recientes que tuvo gran acogida es la de rostros masculinos, mimetizados en la naturaleza en colores electrizantes, con aves, hongos y tentáculos de grandes dimensiones. Roiz desafía, a través de su mirada y su brocha, la relación entre el artista y la musa, en muchos casos asimétrica. Así muestra su deseo y retrata desde un plano casi horizontal, resaltando los rasgos de humanos bellos, con dignidad.
Proyectos y muestras
Roiz expuso en muestras colectivas en Córdoba y Buenos Aires, en Argentina, así como en Tarija, Santa Cruz y ahora en CAOS en Cochabamba. Su arte ha encontrado hogar en Argentina, Bélgica, Bolivia, Chile, Colombia, Guatemala, Panamá, Paraguay y Estados Unidos.
En la actualidad, está concentrada en postular a residencias y clínicas artísticas, para profundizar su obra que nació, principalmente, de manera autodidacta. Asimismo, proyecta armar una exposición individual en el mediano plazo. Si bien hasta el momento vendió casi todas las piezas que ha pintado, desea enfocarse en tener suficiente obra reunida para montar una exposición individual.