Ramiro Sirpa expone sus esculturas en la FILC
El escultor paceño Ramiro Sirpa marca presencia en la Feria Internacional del Libro de Cochabamba (FILC) con una muestra de sus esculturas, principalmente elaboradas en fibra de vidrio. Este material, según el artista, es resistente y práctico, lo que permite una durabilidad y facilidad de transporte para sus piezas.
Entre sus obras más recientes, destaca la escultura de Sagat, el famoso personaje del videojuego Street Fighter. Junto a él, se exhibe una imponente figura de Bowser, conocido antagonista de la franquicia de Mario Bros, que mide aproximadamente 2.40 metros de altura. Estas esculturas son solo una pequeña muestra de su extensa colección de más de 40 personajes, entre bustos y piezas de tamaño real.
Estas piezas artísticas enriquecen la oferta cultural del evento y también pone en alto el talento boliviano, demostrando que el arte hecho a mano sigue siendo una pieza clave del patrimonio cultural nacional. Los visitantes no dejan pasar la oportunidad de tomarse fotografías junto a los personajes que Sirpa creó con sus manos.
El artista invita al público a acercarse a la feria para apreciar de cerca su trabajo y, sobre todo, para entrar en el mundo de la lectura.
Ramiro Sirpa inició su carrera en 2002, comenzando con bustos pequeños inspirados en personajes de videojuegos y música. Entre sus primeras obras recuerda con cariño un busto de Eddie, la icónica mascota de Iron Maiden. Sin embargo, su trabajo ha ido mucho más allá de los pequeños formatos. Sirpa ha sido responsable de esculturas monumentales, como las que adornan los llamativos cholets de la ciudad de El Alto, llegando a alcanzar alturas de hasta 12 metros.
“Es bonito mostrar lo que hacemos nosotros, los artistas, el talento, y que digan que esto se hace en Bolivia. Mucha gente ha pensado que esto era importado... pero no, todo está hecho a mano, esculpido y pintado aquí”, señaló en una entrevista con Los Tiempos.
Además, resaltó la oportunidad que brinda la FILC para que los artistas plásticos puedan conectarse con otros exponentes de la cultura, en un espacio tradicionalmente reservado para la literatura.