Christian Nodal confiesa que su visita al salar de Uyuni le cambió la vida
Christian Nodal atraviesa un momento muy especial en su vida, hace poco se convirtió en padre y su carrera musical empezó a tomar un rumbo mucho más pausado y lejos de las tendencias del mercado, enfocado en su familia y las cosas que ahora considera son más importantes, y no tienen nada que ver con la fama o éxitos virales, sino en ser feliz.
En una reciente entrevista, para el podcast de su amigo Mario Chávez, contó que su transformación espiritual comenzó hace dos años, en un momento en el que se encontraba saliendo de una profunda depresión porque consideraba que su vida personal y profesional no avanzaba.
Reconoce que estaba siendo consumido por el personaje que se había construido en torno a su figura, lo que lo había afectado en distintos niveles. Entonces llegó su visita a Bolivia.
“Era una depresión en la que yo me sentía mal con el negocio, sentía que Christian Nodal no representaba lo que quería. El nombre de Christian Nodal representa el 80% del ser humano y el 20% del personaje, y está este ego y está esta otra parte que por cosas de la vida y de la industria no te puedes despegar, entonces ese 20% me dominaba mucho.
Estaba la parte de la industria y me di cuenta de las cosas, entonces dije basta y corté fuerte”, cuenta Christian. En esos momentos Nodal había comenzado su relación con Julieta Cazzuchelli, conocida como Cazzu, y entonces vino de gira a Sudamérica, y entre los países estaba incluido Bolivia, donde aprovecharon los días después de los conciertos para visitar el salar de Uyuni.
“El viaje al salar de Uyuni fue lo que más me marcó y ahí empezó mi lado espiritual. En el salar de Uyuni conecté conmigo tan bonito, que fue lo mejor que le pudo pasar a mi ego y fue lo mejor que le pudo pasar a la historia que uno le cuenta a sí mismo”, relata emocionado Nodal.
El cantante contó que su experiencia fue muy enriquecedora a todo nivel, incluso personal, ya que se encontró con gente fantástica durante todo su viaje. “Las personas que estaban ahí eran una chulada de personas, pero no te puedo explicar”.
“Es algo como si solo estuviera en tus sueños. Si vas a ese lugar vas a entender tantas cosas que están en el sentir, no en el hablar, son imágenes que te dejan sin palabras.
El atardecer hacía como un espejo, era algo infinito, era como algo increíble, una energía bonita”, añade.
Nodal contó que comió llama, diversos tipos de papa y destacó los vinos bolivianos que para él “son de los mejores que ha probado” en su vida.
“En la noche, fue la experiencia más bonita que tuve con la naturaleza. En las noches no había una sola nube y se miraban todas las estrellas y se replicaban en el agua, como no había luz era como estar parado en una galaxia.
Fue ahí que entendí todo, yo queriendo dejar mi nombre en la música y que mis problemas eran los más grandes del mundo y estamos existiendo, somos un milagro y estamos vivos, y solo por eso siéntete feliz. Ahí entendí que debía disfrutar la vida, fue como un boom dentro mío”, contó.
Gracias a su visita al salar decidió vivir en un lugar en el que está alejado de todo. “A partir de ahí decidí dejar de creer que mis problemas eran los más grandes del mundo y vivir, me fui para Argentina y vivo en un campo con el que no me cruzo con nadie para platicar, tengo unos vecinos bien lejos.
Estoy con Julieta (Cazzu), hacemos comida juntos, tomamos unos matesitos, vemos películas, yo conduzco, no traigo seguridad y ahí me la paso, me volví a sentir como un humano”, concluye.