Buscan que 677 reliquias de oro vuelvan a Cochabamba
Miembros de la Comisión de Interculturalidad, Derechos Humanos y Seguridad Integral de la Asamblea Legislativa Departamental de Cochabamba brindaron ayer una conferencia de prensa para informar sobre la gestión que están realizando para que 677 piezas arqueológicas halladas en la colina de San Sebastián vuelvan a Llajta. Las referidas piezas se encuentran actualmente en la ciudad de La Paz.
Las piezas se encuentran actualmente en el Museo de Metales Preciosos Precolombinos, también llamado Museo del Oro, en la sede de gobierno. Los esfuerzos de los asambleístas se centran en establecer diálogo con la gobernación de la ciudad paceña para el traslado de las piezas de metales preciosos mediante un proyecto de ley.
“Queremos iniciar un proyecto departamental en coordinación con la Gobernación y la Dirección de Cultura para que estas piezas sean recuperadas y terminen en Cochabamba, que es de donde las han sustraído”, afirmo el asambleísta Rodrigo Valdivia.
El asambleísta relató que las piezas de oro fueron descubiertas originalmente por un geólogo cochabambino en la colina de San Sebastián el año 191. “Las hallaron en un lugar que corresponde a un ajuar de un señor tiahuanacota. Eran más de mil piezas de oro”, afirmó Valdivia.
El geólogo expuso sus descubrimientos durante años en su propia casa. Posteriormente, los artefactos terminaron en manos de un ciudadano francés que trató de sacarlas del país. Sin embargo, el Banco Central de Bolivia logró recuperarlas y las tuvo bajo su resguardo hasta el año 1973, año en que se construye el Museo del Oro. Desde entonces, los metales preciosos se encuentran bajo la protección del Gobierno municipal de La Paz.
Actualmente se tienen 677 piezas de oro en el museo que consisten en brazaletes, diademas pectorales, collares, escamas e incluso una tutuma. Lamentablemente, el número original era más grande. “Más de 300 piezas se perdieron en el tiempo”, afirmó Rodrigo.
Valdivia también recalcó que la colina de San Sebastián podría convertirse en un sitio arqueológico. “Por sugerencia de varios arqueólogos y personas entendidas en la materia, hay la posibilidad de que la colina San Sebastián haya sido en su momento un centro ceremonial precolombino”.
Asimismo, destacó la posibilidad de realizar trabajos arqueológicos para descubrir más ajuares, que son piezas colocadas con los cuerpos de los fallecidos en su tumba. Es posible incluso que la colina haya sido un cementerio en su tiempo.