Cuando estaba en el aeropuerto, a punto de empezar mi viaje de mochilera, mi hermana se acercó a darme un regalito. En esa pequeña caja había un rosario, con el que ella quería que me sintiera protegida, y un papel que decía: “Espero que en este viaje puedas descubrir que la felicidad siempre estuvo dentro de ti”.