Los ingresos por la venta de gas natural al exterior disminuyen debido a una caída en la producción. Esta situación genera preocupación en gobiernos subnacionales y universidades, cuyos presupuestos se alimentan en gran medida de la renta petrolera. En medio de este panorama, el Gobierno sostiene conversaciones con los rectores de las universidades públicas y asegura que los municipios tienen suficientes recursos para su funcionamiento.