Los pobladores de Yapacaní intensificaron su protesta ayer al cerrar las válvulas del pozo Yarará X-2, advirtiendo con medidas aún más drásticas si no se aprueba el contrato para la construcción de una carretera en la región. La tensión escaló cuando el dirigente Israel Marquina anunció un plazo de 24 horas para que se dé luz verde al proyecto, señalando al presidente de la Cámara de Diputados, Israel Huaytari, como principal responsable.