Desde los océanos que rodean al continente y desde la cumbre de las más altas montañas, el agua ha construido rutas interminables por donde viaja, rauda, hacia donde necesita estar. Como consecuencia, los ríos, lagos y demás formaciones hidrográficas han creado a su alrededor algunos de los paisajes más icónicos, hermosos y espectaculares que nuestro país contiene.