Los científicos han descubierto que hay un tipo de medusas capaces de recordar y aprender de la experiencia, lo que abre prometedoras líneas de investigación para entender la memoria y, con ello, enfermedades asociadas a su pérdida, como la demencia.
En el lóbulo temporal del cerebro se ha descubierto un nuevo tipo de neuronas de memoria que vinculan la percepción de los rostros con la memoria a largo plazo, lo que explica cómo el cerebro guarda la cara de los seres queridos, según un estudio que publica Science.
La investigación, publicada en la revista científica Nature Communications, concluye que la disminución de una determinada molécula del ácido ribonucleico (ARN), llamada Zeb2-NAT, permite que las células más envejecidas puedan ir hacia atrás en el tiempo.