“Ecología corporal”, “ecología íntima”, “ecología real”, diversas definiciones para una tendencia que demanda a los ambientalistas un grado adicional de coherencia. En Bolivia, han empezado también a surgir militantes de estas corrientes, quienes recuerdan que, al ser parte de la naturaleza, la lucha por defender a la Madre Tierra debería también realizarse en uno mismo. La activista Catalina T. Arnold aseguró a OH! que dicho proceso no sólo es llanamente posible, sino que además trae inesperados beneficios.