El elevado número de cardenales electores, un total de 133, la meditación del padre Raniero Cantalamessa, predicador emérito de la Casa Pontificia, y el propio procedimiento, “que lleva su tiempo”, según confirmó a Europa Press fuentes de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, podrían ser las causas del retraso en la fumata negra, la primera de este cónclave.