Gastón Ugalde recibió muchos apodos honoríficos a lo largo de su carrera. Fue llamado el “Warhol Andino” por los críticos de arte, “el artista boliviano viviente más importante” por la Fundación Konex, “el artista contemporáneo más conocido de Bolivia” por sus compatriotas e incluso se le conocía como el “enfant terrible” por la naturaleza subversiva de su obra.