En buenas cuentas, emblemáticos representantes del capitalismo mundial administraron uno de los bienes más destacados de la bonanza que Bolivia experimentó la década pasada. Ellos se beneficiaron de las Reservas Internacionales (RRII). Es sabido que, como resultado del tiempo en que el país tuvo más ingresos económicos de su historia, las RRII llegaron a niveles récord. Tal es así que en aún 2018, en relación al Producto Interno Bruto (PIB), las Reservas Internacionales bolivianas eran las más altas de Sudamérica. Y eso que para entonces habían descendido a los 8.946 millones de dólares, el 21 por ciento del PIB. Para 2014, alcanzaron los 15.418 millones y estaban en el top 30 del planeta porque bordeaban el 50 por ciento del PIB.