En medio de lágrimas, tristeza e impotencia, ayer dieron el último adiós a Camila Caballero, la niña de 10 años que murió electrocutada en la plazuela de la OTB La Joya después de tocar los cables de un poste de alumbrado público. En tanto, el Ministerio Público abrió una investigación por homicidio culposo para establecer si existen responsables y en qué grado.