En un contexto de escasez de dólares, déficit energético y dificultades para la provisión de combustibles, el Gobierno ha abierto el debate sobre la continuidad del subsidio a la gasolina y diésel, considerando incluso un posible referéndum. El costo de este subsidio es tan elevado —se estimaba entre $us 1.700 y $us 2.200 millones en 2022— que ha agotado las arcas del Estado.