El Gobierno de Nicaragua canceló la licencia de funcionamiento de la Fundación Cristiana de Televisión Enlace, retiró la personalidad jurídica a una fundación de desmovilizados sandinistas y a otras 19 ONG, incluidas ocho que solicitaron su disolución voluntaria, como Médicos Sin Fronteras de Bélgica; además, activó una nueva ola de detenciones contra opositores del régimen de Daniel Ortega.