La prolongada escasez de dólares en Bolivia obliga al sector importador a buscar la divisa en el mercado negro, por lo que el tipo de cambio oficial (6,86 para la compra y 6,96 para la venta) sólo queda en los papeles, pues en la práctica predomina el tipo de cambio impuesto por el mercado. Según analistas, esto, a su vez, implica una depreciación del boliviano en las poblaciones fronterizas.