A través de estrechas entradas, heridas en la roca, ingresamos a un mundo de tinieblas asfixiantes, de oscuridad absoluta y de tesoros escondidos en el suelo protegidos por miles de años de sedimento. Un espacio de misterios, de sufrimiento, tragedias y peligros. Pero, también, un lugar donde se han repensado los conceptos más intrínsecos de la humanidad. En estos laberintos de sedimento, la muerte, el miedo y la riqueza han encontrado más significados.