
SURAZO
Los cortes en el servicio de telefonía e Internet de los últimos días, el racionamiento de agua en algunas ciudades y los abusos de empresas proveedoras de servicios de transporte, me motivaron a preguntar hasta dónde están protegidos los derechos de los consumidores.
En su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald John Trump afirmó públicamente que tiene “una guerra en marcha contra los medios”. Con sus antecedentes, es difícil saber si esa actitud fue un exceso de sinceridad o un derroche de soberbia.
Lo cierto es que batió un récord ya que no existen registros de que lo primero que haya hecho un Presidente sea declararse (o aceptar que es) enemigo de la prensa.
¿Por qué los bolivianos ya no reaccionan cuando su propio Gobierno les anuncia que violará la ley? La respuesta está en una sola palabra: educación.
Desde hace un tiempo no determinado, la violación a la norma ha dejado de ser un hecho poco habitual y se ha convertido en rutinaria, tanto que ya es cosa de todos los días.
Desde el conductor de automóvil que se estaciona indolentemente en lugar prohibido hasta la autoridad que pide un porcentaje de un contrato de sumas altas, ya nada parece sorprendernos, ni siquiera la comisión de delitos.
“ Desde que el ser humano comenzó a dominar su entorno, sintió el placer que le proporcionaba el poder.
Domesticó el fuego, construyó armas y aprendió a derrotar a animales más grandes. El poder, entonces, dejó de ser la capacidad, facultad, potencia, facilidad o habilidad para hacer algo sino tener más fuerza que alguien o, en definitiva, la autoridad suprema reconocida como tal en un grupo o sociedad.
El fútbol es, indudablemente, pasión de multitudes. Eso fue refrendado en la Navidad recién pasada porque los días previos y posteriores a la definición del título de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano estuvieron cargados de una tensión que sólo se ve en esas instancias finales.
“El cártel de la mentira” no es el documental del año sino de la década, de los 10 años que ya duran los Gobiernos de Evo Morales.
Y es de la década porque en él se resume el tratamiento que el Gobierno hace de la información. Su contenido e intención lo hacen digno de estudio en las carreras de Periodismo y Comunicación Social, especialmente en lo referido a la propaganda.
Muchos creen que Enrique Eduardo Rodríguez Veltzé fue el presidente solución, aquel que posibilitó la salida a la crisis que estalló con la guerra del gas de 2003 y se prolongó hasta la renuncia de Carlos Mesa, en 2005.
La lucha política no sólo se libró en las calles sino en los escenarios de los tres poderes del Estado. Por eso, no es de extrañar que haya tenido particular fragor en la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
La calle Linares de Potosí comienza en la plaza 10 de Noviembre y, debido al carácter empinado de la ciudad, sube hacia la zona de San Martín. Casi al final está una plazoleta que lleva el nombre del héroe del Topáter, Eduardo Abaroa (¿?).
Hasta hace poco, la plazuela era coronada por un busto de bronce del prócer. Hace unos años, la escultura fue reemplazada por una estatua de cuerpo completo de un material menos noble. La polémica surgió cuando ese espacio público fue remodelado y allí se colocó un enorme letrero en el que el apellido del héroe va con “b”.
La sentencia bíblica “polvo eres y en polvo te convertirás” (Génesis 3:19) nos recuerda que todos los seres humanos somos iguales pues nacemos y morimos de la misma forma. No importa cómo haya sido nuestra vida, al morir nuestro cuerpo se corrompe y termina por deshacerse.
Así, nuestra humanidad nos iguala y cualquier pretensión de superioridad o inferioridad no tiene asidero. La evidencia científica respalda esa igualdad de inicio y fin pero… ¿hasta qué punto es evidente?
El 5 de septiembre de 1986, la avioneta en la que viajaban los científicos Noel Kempff Mercado y Vicente Castelló aterrizó de emergencia en una pista de aterrizaje que el piloto, Juan Cochamanidis, encontró en el Parque Nacional Huanchaca, al norte del Departamento de Santa Cruz.