
NOTAS DE CAMPO
“En este momento, en cada momento, alguien muere, alguien blasfema, una inocencia es atropellada, una persona se suicida… Y nosotros estamos pasivos, sobre las ruinas del mundo, preocupados por un botón” (Luis Espinal, “Cansados de ser cristianos”, en Oraciones a quemarropa).
“Karen, una mujer comerciante de 29 años, fue asesinada con tres puñaladas por su concubino”, fue una de las noticias en los diarios, con la que amanecimos en vísperas de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer hace unos días. El 8 de marzo es el día en el que las mujeres recibimos “felicitaciones”, flores, chocolates, asuetos, tarjetas virtuales “por ser mujer” y el resto del año cunde la discriminación, la desigualdad de género, la violencia y el irrespeto a nuestros derechos como mujeres, llegando al extremo del aumento en la cifra de feminicidios.
“Todos los poetas son inmortales a través de sus versos/ Juan es poeta/por tanto, Juan es inmortal a través de sus versos”. Este silogismo, dentro de su razonamiento, es coherente y aunque el silogismo no necesariamente debe tener sentido en este caso tiene sentido, es congruente, verdadero y es el modo en que nuestro Profe Juan se quedará con quienes lo conocimos.