BUSCANDO LA VERDAD
Cuando lo que más precisa el país es tranquilidad y previsibilidad de las reglas de juego para nuestros productores agropecuarios, quienes en su sacrificada y noble tarea de generar alimentos para el país y el mundo lo arriesgan absolutamente todo, es de lamentar nuevos sucesos que afrentan la ley, dejando un sentimiento de frustración e impotencia.
Si ha habido un tema que se ha mantenido en latencia en nuestro país durante las últimas semanas, ha sido el de la baja de las reservas internacionales netas (RIN) del Banco Central de Bolivia (BCB), con la inquietud de que el tipo de cambio —el precio del dólar— vaya a subir. Cuando un tema económico se repite una y otra vez, opacando a las insufribles noticias políticas y los dolorosos anuncios policiales por hechos grotescos con los que nos bombardean cada día, es que ha llegado la hora de ponerse las pilas.
Hace poco leí una interesante nota titulada “La dictadura del PIB: 4 razones por las que el crecimiento económico de un país no es sinónimo de éxito” (Cecilia Barría, BBC News Mundo, 31.01.2023), sentencia con la que todos los economistas deberíamos estar de acuerdo, siendo que una medida cuantitativa nunca superará a otra de carácter cualitativo a la hora de valorar el progreso humano en cuanto a la mejora de la calidad de vida y del bienestar de las personas.
Me llamó la atención la portada de un periódico nacional que, prácticamente a página completa, tituló “Arce pide afianzar el Estado y que sea referente mundial”, como el summun del mensaje del Primer Mandatario boliviano, en el acto de recordación de 14 años del Estado Plurinacional, que duró poco más de media hora, no habiendo escatimado palabras para hablar de los logros y las luchas sociales en retrospectiva, desde la Colonia, “para saber de dónde venimos y adónde vamos”, según dijo (La Razón, 23.01.2023).
Pensé mucho sobre el tema que debía elegir para mi primera columna de 2023. Quería que fuera algo especial, por ejemplo, un mensaje de esperanza para nuestro país. Pero cuando ya había decidido escribir sobre un caso exitoso de exportación fruto de una sinergia público-privada, el 29 de diciembre de 2022 se produjo una infausta noticia: falleció Edson Arantes do Nascimento. Puede que para muchos esto no haga sentido con relación a qué escribir, pero si aclaro que quien murió fue el “Rey Pelé”, se podrá entender lo que sigue a continuación.
Fue un hermoso sueño -de verdad, lo fue-, se produjo en julio de 2013. Por esa época, el Presidente de entonces, sin ser economista, se cuestionaba “¿de qué vamos a vivir?”, intuyendo los difíciles años que sobrevendrían al macrociclo de precios altos; su olfato político le decía, seguramente, que todo lo que sube, baja y, así fue; es más, hoy mismo está pasando y la bajada continuará, inexorablemente.
El departamento de Santa Cruz ha sido, es y seguirá siendo una tierra de oportunidades -una suerte de tierra prometida- para la gente de bien que llega con sueños de progreso y, al adquirir el espíritu cruceño que los arraiga a su nueva morada, pasan a respetarla, amarla y terminan defendiéndola a ultranza.
Usted se despierta por la mañana en su casa luego de haber dormido plácidamente encima de un colchón, en una cama con sábanas, cubrecama y almohadas, seguramente, porque ha sonado la alarma del reloj. Se levanta, va al baño y, entre otras cosas, utiliza dentífrico, cepillo de dientes, papel higiénico; jabón, champú y esponja para ducharse, y una toalla para secarse. Se peina frente a un espejo, puede que utilice un fijador para su cabello —teñido o no— y si es una dama, se aplica cosméticos.