Símbolos españoles
Las sociedades, especialmente si son vecinas, son como los hilos de un tejido: se entrelazan para formar cuerpos o figuras nuevas. El proceso puede ser pacífico o violento. En este último caso, las fusiones son el resultado de guerras o invasiones. Un país ocupa territorio de otro y lo somete, lo que, inevitablemente, arroja como resultado una cultura común.
Los escudos y las banderas son símbolos mediante los cuales las sociedades humanas buscan diferenciarse unas de otras. En los primeros resaltan, además, las armas, es decir, aquellas que las naciones suelen llevar a la guerra o, por lo menos, con cuyos gráficos quieren distinguirse. Por eso, el uso del apelativo “escudo de armas”, que inicialmente estaba limitado al lenguaje marcial, se extendió después hasta convertirse casi en el nombre general de todos los blasones del mundo.
En Europa, cuya tradición medieval es notoriamente mayor que en otros continentes, muchos países comparten símbolos o elementos heráldicos como resultado de las veces en los que uno o más territorios formaron una sola nación. Entre estos se puede mencionar, por ejemplo, al águila bicéfala que aparece tanto en el Sacro Imperio Romano Germánico como en Rusia o a las flores de lis, originalmente francas, pero posteriormente convertidas en parte del escudo español, especialmente por la influencia de los Borbones. Otros casos, como el del león, no tienen origen o historia comunes, sino territoriales, así que uno es, por ejemplo, el león británico y otro el del Reino de León.
En América
La feminista María Galindo causó controversia con un video en el que denostaba al escudo de Santa Cruz por el hecho de que allí se encuentran dos símbolos españoles, el león de León y el castillo de Castilla. En su criterio, mantenerlos significa dejar que permanezca la sumisión a España cuando la realidad es muy distinta.
En América, varias ciudades e incluso países llevan símbolos españoles y los más repetidos son el león y el castillo debido a que estos están entre los primeros reinos que fueron unificados por los reyes católicos. Fernando era rey de Aragón e Isabel lo era de Castilla, así que su matrimonio significó la fusión de esos territorios. A la muerte de su hermano Enrique IV, en 1474, Isabel se proclamó reina de Castilla y el escudo unificado de ambos reinos, Castilla y León, se convirtió en el símbolo de ese matrimonio real. A partir de entonces, estos símbolos aparecen en todos los escudos de España, hasta llegar al actual.
Esa fue la razón por la que varias ciudades de América, fundadas durante el periodo de la dominación española, incluyeron los símbolos de Castilla y León en sus respectivos escudos. Existen ciudades de Estados Unidos que también los llevan, pero esto se debe a que, en el pasado, estas formaron parte del Imperio Español. Esos son los casos de Alabama y Los Ángeles.
Actualmente, Castilla y León constituye una comunidad autónoma del Reino de España y conserva su escudo y bandera casi como eran los originales. Es notorio el hecho de que su bandera es exactamente igual a la del municipio de Potosí, es decir, con los leones de León y los castillos de Castilla. La única diferencia es que en el escudo Potosí está, al centro, un óvalo con el Cerro Rico.
Ciudades imperiales
A partir del gobierno de los reyes católicos, España también sufrió varias transformaciones. Así, cuando su hijo, Carlos de Habsburgo, fue coronado rey, en 1516, asumió el nombre de Carlos I, pero tres años después sucedió a Maximiliano de Habsburgo en el trono del Sacro Imperio Romano Germánico, así que se convirtió en emperador, con el nombre de Carlos V. Debido a esta circunstancia histórica, las ciudades que surgieron o fueron fundadas durante el gobierno imperial de Carlos V, entre 1520 y 1558, no nacieron bajo el reino español, sino del imperio germano. Sería adecuado llamarlas ciudades imperiales.
Dos de los símbolos que Carlos V eligió para su escudo fueron el águila imperial bicéfala y las columnas de Hércules que podemos encontrar tanto en el escudo de Potosí como en el de Chuquisaca.
(*) Juan José Toro es vicepresidente de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP).
Nobleza indiana
Un detalle poco difundido es que en el periodo virreinal, mal llamado colonial, no solo hubo nobles españoles en América, sino también indios.
Los denominados señores principales de la tierra, que ya tenían rangos equivalentes a la nobleza europea antes de la llegada de los españoles, se avinieron al nuevo régimen y tramitaron su reconocimiento como señores e incluso adquirieron títulos nobiliarios.
Debido a ello, no es raro encontrar cuadros virreinales de indios en Nueva España (México) o Perú, que abarcaba a la hoy Bolivia, que posan como nobles, luciendo escudos con símbolos españoles. Como es fácil suponer, frecuentemente aparecen el león y el castillo en ellos.