¿Hablas o te comunicas?
¿Cómo te manifiestas?, ¿de qué manera llegas a los demás?, la manera en la que lo hagas hará que esas personas descubran en ti ese regalo que eres, porque todos y cada uno de nosotros somos un regalo, un extraordinario regalo que el mundo necesita.
Pero es necesario que sepamos que en muchas ocasiones cometemos un gravísimo error pensando que hablar es comunicar y nos sorprendemos que después de pasar un tiempo con una persona nos da la sensación de que no ha entendido absolutamente nada y entonces nos preguntamos, ¿cómo es posible, si estuve horas hablándole y haciendo que entienda mi posición? El problema es que hemos HABLADO y no precisamente el hablar quiere decir COMUNICAR.
Tú sabes perfectamente que hay personas que sin hablar absolutamente nada pueden comunicar un sin fin de cosas, pero también las hay de las otras que hablan mucho y no comunican nada.
Debemos entender primero que comunicar es “llegar”, no es partir y para llegar hay que tener en cuenta una serie de aspectos que son importantes, sobre todo para tomar conciencia de algunas dificultades que tenemos como seres humanos, para llegar hasta la mente y el corazón de las otras personas.
Partiendo del hecho de que la comunicación auténtica es extraordinariamente compleja por nuestra condición humana (no escuchamos, no observamos, no sentimos cercanía), precisamente porque está enfocada en “nosotros”. ¿Cuántas veces cuando estas con alguna persona para escuchar o para hablar de algo, tu mente está en otro sitio? ¿O cuántas veces estás escuchando para responder?, tienes la cara puesta, pero tu mente está en otro sitio.
La presencia es lo que te permite captar las cosas, la presencia es lo que te permite conectar con las personas.
Otro de los aspectos importantes es que comprender un mensaje lleva tiempo y hay que adecuar los mensajes a las necesidades de quien nos escucha, para que puedan caer en cuenta de cómo utilizarlos en sus vidas. Lo más valioso cuando tú compras un libro y lo lees no es el momento que lo lees, es el momento en el que te paras (porque estás reflexionando en lo que has leído), lo mismo pasa en la comunicación, la persona que está transmitiendo su mensaje debe dejar un espacio, y no avasallar con las palabras, porque así no conseguirá comunicar, llegando a la mente y sobre todo al corazón.
También hay que tomar en cuenta que no solo es importante que lo que se diga sea interesante, sino que tiene que ser relevante (aquello que tú ves que interesa en tu vida, que marca una diferencia en tu vida).
Al final no se trata de quien es el mejor, sino como llegas a las personas, en un momento determinado de sus vidas y ahí está la clave más importante de saber “Comunicar”.
Cuantas historias de vida han derivado en catástrofes, precisamente por que no se ha sabido comunicar, hablo de tu entorno más cercano, de tus padres, tus hermanos, tu esposa o esposo, tus hijos. Por ello es importante reflexionar sobre este tema ya que, en nuestro cotidiano, somos más habladores que comunicadores, porque ponemos en primer lugar nuestra rabia, rencor, miedos, ego y muchas otras cosas más, antes que nuestro corazón al emitir esas palabras.
Para finalizar debo decir lo importante que es el “compromiso” que tengamos frente a lo que vamos a comunicar, por lo tanto, antes de decir, explicar, llamar la atención, etc. piensa, pero sobre todo “reflexiona” que lo que vas a decir llegará hasta el cerebro emocional de la otra persona y lo que es más importante, va a llegar al corazón de alguien. Esto que digas puede ayudar en gran medida que le sirva a alguien a sentirse motivado en la vida, pero también podrá causarle una enorme tragedia.
Tenemos una gran responsabilidad, por ello aprendamos a COMUNICAR!