Camila, reina de Inglaterra
Desde la muerte de Isabel II el año pasado, Camila ha tenido el título de reina consorte, si bien desde que se hizo pública la invitación oficial el 4 de abril para la coronación se omitió en el texto el término “consort”. En la tradición británica, las anteriores reinas consortes fueron conocidas como “reina” más su nombre de pila.
La última reina consorte en Reino Unido fue la madre de la ya fallecida Isabel II, Elizabeth Bowles-Lyon, quien adquirió el título tras contraer matrimonio con el rey Jorge VI en 1923. A la muerte de éste, en 1952, lo perdió y se convirtió en Reina Madre.
Otras reinas consortes
Las esposas de todos los reyes ostentan el título de reina, con excepción de María II, quien fue soberana junto con el rey Guillermo III entre 1689 y 1694.
Todo cambió para Camila un 6 de febrero de 2022, cuando en un mensaje difundido con motivo del aniversario de su Jubileo de Platino (70 años) Isabel II expresó su deseo de que se convirtiera en reina consorte (“consort queen”) cuando su primogénito la sucediera en el trono.
“Cuando, en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos se convierta en rey, sé que le darán a él y a su esposa Camila el mismo apoyo que me han dado a mí; y es mi sincero deseo que, llegado ese momento, Camila sea conocida como Reina Consorte, mientras continúa con su propio servicio leal”, dijo entonces la Reina.
Hasta ese momento, los británicos habían especulado sobre si la segunda esposa del entonces heredero al trono, casados desde 2005 estando ambos divorciados, tendría que ser sólo princesa consorte. Así lo reflejaron varias encuestas, en las que un 36 por ciento se inclinó por esta opción.
De hecho, el exarzobispo anglicano Lord Hope of Thornes aseveró en su momento que Camila nunca llegaría a ser reina al haber contraído matrimonio civil.
De “amiga íntima” de Carlos de Inglaterra a reina
Camila, nacida en el seno de una familia católica de la alta sociedad británica, conoció a Carlos de Inglaterra en 1971 en un partido de polo y, según un biógrafo de éste, se enamoró profundamente de ella si bien no se atrevió a pedir su mano al considerar que era muy joven para ello.
La relación entre ambos nunca se interrumpió, a pesar de que el entonces heredero de la corona británica contrajo matrimonio en 1981 con Diana Spencer, quien más tarde reconocería en una entrevista a la BBC que en su “matrimonio eran tres”.
Diana Spencer y Carlos anunciaron su separación en 1992 y cuatro años después se divorciaron, coincidiendo también con el fin del matrimonio de Camila.
Pero cuando falleció la princesa Diana en un trágico accidente de tráfico en París en 1997, la popularidad de Camila bajó a mínimos y a partir de ahí la reina Isabel II reconoció la relación.
Fue en 2005 cuando contrajeron matrimonio y Camila se convirtió en duquesa de Cornualles y aunque le correspondía el título de princesa consorte de Gales, la Casa Real Británica lo mantuvo en desuso por respeto a la fallecida Diana.
La corona de la reina María de Teck
Camila lució en la coronación la tiara que perteneció a la reina María de Teck (1910-1936), esposa del rey Jorge V y abuela de Isabel II, pero adaptada para la ocasión.
La tiara fue retirada de su lugar de exposición habitual en la Torre de Londres para ser personalizada por decisión de Camila, lo que supone la primera vez desde el siglo XVIII que se utiliza una corona existente para la coronación de una consorte, en aras “de la sostenibilidad y la eficiencia”, según comunicó Buckingham Palace.
La última ocasión fue en 1727, cuando la reina Carolina, consorte de Jorge II, usó la de María de Módena.
Para la ocasión, el joyero real ha ejecutado “algunos cambios y adiciones menores”, que incluyen la inserción de joyas que reflejen el estilo de Camila y marquen la ocasión, y para rendir homenaje a la fallecida Isabel II”, dado que se emplearán los diamantes Cullinan III, IV y V, que formaron parte de su colección.
Algunos de estos diamantes se han engastado ya anteriormente en esta misma corona, que encargó a la joyería Garrard’s la reina María de Teck, en un diseño inspirado en la corona de la reina Alexandra de 1902.
Por ejemplo, para su coronación en 1911 se incrustaron temporalmente los diamantes III y IV, mientras que el V se incluyó cuando la usó como diadema en la coronación de su hijo el rey Jorge VI, padre de Isabel II, en 1937.