Tomate, tuna, oca e higo: sabores de licores que buscan conquistar el mercado
Desde bebidas elaboradas con frutas nativas hasta destilados con ingredientes innovadores, el sector de licores artesanales en la región está en constante evolución. Sin embargo, el camino para consolidarse en el mercado no ha sido fácil, ya que muchos emprendimientos quedan en el intento debido a factores económicos, burocráticos o de producción.
Iván Camacho, periodista y creador de Feria Man, un personaje gastronómico que sigue de cerca las ferias en Cochabamba explica que en los últimos años surgieron diversas opciones de licores artesanales. Entre los más innovadores se encuentran el licor de oca, frutilla, café, higo, coca, durazno, huevo y, hace una semana, se dio a conocer el licor de tuna, entre otros.
Camacho recuerda el caso de un productor de Sipe Sipe que, hace dos años, intentó elaborar guarapo de granada, pero el resultado inesperado fue un licor de granada, una iniciativa que, lamentablemente, no pudo consolidarse debido a la falta de apoyo y recursos. En muchos casos, el periodista comenta que los productores inician con entusiasmo, pero con el tiempo enfrentan dificultades que los llevan a abandonar el proyecto.
“Éstas son de las varias novedades que se fueron presentando desde hace unos 10 años, en todo el recorrido que fui haciendo antes de consolidar Feria Man”, señala. Añade que uno de los productos más recientes es el licor de tuna, elaborado con la fruta en su temporada de cosecha y presentada en el “Tuna Fest”, organizado por el municipio de Cercado.
Menciona que esta fruta cobró notoriedad en ferias gastronómicas y eventos locales, especialmente en Villa Rivero, donde en marzo se celebra la Feria de la Tuna y el Cabrito.
Otro caso interesante es el licor de café producido por la comunidad afroboliviana en Cochabamba y presentado el año pasado, destaca.
A diferencia de otros licores de café que utilizan extractos o saborizantes, éste se elabora con café destilado, lo que le da un sabor auténtico e intenso.
Sin embargo, su comercialización es limitada, ya que se produce sólo por pedidos y no cuenta con una tienda física donde los consumidores puedan adquirirlo fácilmente.
El licor de oca es otro ejemplo de innovación en el sector, subraya. Una productora del municipio de Colomi comenzó elaborando guindol (licor de guinda) y, al perfeccionar su técnica, experimentó con otros ingredientes hasta crear un licor a base de oca.
Para hacerlo más atractivo al paladar, decidió mezclarlo con manzana, logrando un sabor equilibrado entre lo dulce y lo frutal, porque “no a muchos les gusta el sabor de la oca”, explica.
Esta bebida tuvo gran aceptación en su lanzamiento, agotando rápidamente su stock. Sin embargo, debido al proceso de elaboración y el tiempo, la productora comentó a Feria Man que su producción se hace en pequeñas cantidades.
Otro licor innovador es el licor de higo, creado por una chef de un instituto gastronómico en Vinto, comparte. Su elaboración surgió a partir de la experimentación con derivados del higo, y el resultado fue una bebida con un proceso de maceración similar al gin roll.
Un dato curioso es que, con los residuos del higo, la productora también logró crear café de higo, un producto que despertó gran interés en su momento, en 2021, pero que no logró consolidarse en el mercado, menciona Camacho.
OFERTA Y DEMANDA LOCAL
Camacho observa que el crecimiento de los licores artesanales en el mercado cochabambino ha sido lento, considerando que muchas iniciativas empiezan con entusiasmo, pero enfrentan obstáculos como la falta de financiamiento, el acceso a insumos como botellas y etiquetas, y los costos de los trámites para la certificación sanitaria.
“Algunos productores señalan que prefieren mantenerlo como un producto casero porque registrar una marca y cumplir con las normativas del Senasag (Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria) es costoso y complicado”, añade.
Otro factor que afecta la expansión de estos productos es la falta de promoción. Para cambiar esta situación, sugiere la realización de una feria de licores artesanales, donde los productores puedan presentar sus creaciones, generar mayor visibilidad y conectar con potenciales compradores.
Asimismo, subraya que muchos clientes han convertido ciertos licores en una tradición familiar. “Recuerdo que una persona me escribió a Feria Man diciéndome que, tras conocer el licor de huevo en una feria de emprendimientos, ahora lo compra cada Navidad”, relata Camacho.
Si bien el sector de los licores artesanales en Cochabamba tiene gran potencial, aún enfrenta desafíos importantes.