Cultiva la confianza
Puede que el título de este escrito no llame la atención como seguro otros lo hicieron, la “confianza” es un tema muy trabajado pero aun así incomprendido. Con los años aprendí que no se debe juzgar a un libro por la tapa y, por ello, te invito a que leas esto con atención. Lo escribo porque percibo que no la estamos cultivando como deberíamos. Si no fuera así, más hijos confiarían en sus padres, los ciudadanos en sus autoridades, los empleados en sus jefes, los estudiantes en sus maestros o los amigos en sus amigos.
Pocos tienen conciencia de lo que significa perder la confianza en alguien o lo que es más triste que la pierdan en uno. Aunque me declaro nada afecta a la filosofía de F. Nietzsche, debo reconocer que tenía razón cuando dijo “no me molesta que me hayas mentido, me molesta que a partir de ahora no pueda creerte”, qué palabras más ciertas y duras. Ese pensamiento va construyendo la identidad de la persona que defraudó la confianza, es decir, se va incorporando esta característica como parte de la identidad del sujeto y eso afecta en la vida entera. Aquí ya se va poniendo más intere¿no es cierto? Pues no se trata únicamente de caerles bien a las personas se trata de que las personas confíen en ti. “Si a las personas les gustas, te escucharán, pero si confían en ti, harán negocios contigo” (Z. Ziglar). ¿Conocen a alguien que es muy divertido para invitarlo a un cumpleaños, pero no pensarían convocarlo a una reunión empresarial?... (yo sí). Esto nos deja ver que para inspirar confianza en las personas no sólo se necesita tratar con decoro, sino ser una persona confiable: que tu sí sea sí y que tu no, sea no (honrar la palabra).
En concordancia con Nietzsche, pero desde una perspectiva completamente contraria a el, Cheril Biehl, líder cristiana y autora de Best Sellers, dijo: “Una de las realidades de la vida es que, si no puedes confiar en una persona en todas las situaciones, no puedes confiar verdaderamente en ella en ningún caso”. Yo estoy segura que ahora van encontrando mayor sentido a mi escrito y querrán empezar a cultivar la confianza en sus relaciones.
Y ya que estoy citando tantos autores, ¿qué les parece si recordamos a Sófocles?: “La confianza muere pero la desconfianza florece”, observen que la segunda es mucho más poderosa que la primera cuando se la pierde.
La confianza es un elemento psicológico que ayuda incluso a la buena comunicación, miren lo que dijo S. R. Covey: “Cuando la confianza es alta, la comunicación es fácil, instantánea y efectiva”.
Según W. Buffet, “se necesitan 20 años para construir reputación y cinco minutos para arruinarla”. Tiene 92 años, es uno de los más grandes inversores del mundo entero y cuando abre la boca, la gente lo escucha porque confían en él, y claro, no solo lo escuchan, también mueven sus dineros de un lugar a otro en la bolsa de valores.
Estoy consciente de que no podemos tener las respuestas absolutamente de todo, pero vale la pena estar siempre abierto a todas las preguntas: ¿estás cultivando la confianza en tu vida hacia los demás? ¿Las otras personas confían en ti? ¿Qué señales tienes de que te perciben como una persona confiable? ¿Buscas decir la verdad siempre?... recuerda que las mentiras y la desconfianza alejan más que la distancia.
Y bueno, para cerrar con broche de oro, menciono al Rey Salomón, considerado el hombre más sabio de la historia y cuya analogía supera a todas las demás juntas: “Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura pesa más que la sabiduría y la honra” (Ec.10:1)