Economía creativa Evolución en Cochabamba
En una profunda inmersión en el mundo de la economía creativa, hemos tenido el privilegio de conversar con Roberto Araníbar, el incansable artista y prestigioso diseñador encargado de la Red Cultural Mercosur en Bolivia. Con una experiencia de más de dos décadas en la gestión cultural, Araníbar ha impulsado la bandera de la economía naranja en Cochabamba, sembrando las bases para un desarrollo sostenible e innovador. A lo largo de esta conversación, exploraremos su trayectoria, sus proyectos emblemáticos, sus reflexiones sobre el presente y futuro de la economía creativa en la región.
La historia de Roberto Araníbar en la gestión cultural se remonta a sus primeros pasos que lo elevaron a la temprana edad de 21 años, cuando asumió la responsabilidad del Premio Nacional del Teatro Peter Travesi. “Fue en ese momento que comprendí la necesidad de una gestión cultural efectiva”, comparte Araníbar mientras reflexiona sobre sus inicios. Su dedicación y pasión se vieron fortalecidas tras un revelador viaje a Santiago de Chile en 2007, donde descubrió el concepto de economía naranja, un término que resonaría profundamente en sus futuros empeños.
Trayectoria
Bueno, mi involucramiento en la gestión cultural comenzó hace 21 años cuando asumí la responsabilidad del Premio Nacional del Teatro Peter Travesí. Durante mi tiempo como presidente, descubrí la necesidad de una gestión cultural más sólida. En 2007, fui invitado para formar parte de la Red Cultural Mercosur, escuché por primera vez sobre la economía naranja en Santiago de Chile, y eso resonó con lo que siempre había abogado en términos de revalorizar las ramas creativas y culturales.
¿Cómo nació el proyecto Pulso Naranja y qué impulso inicial tuvo?
El proyecto Pulso Naranja comenzó en 2015 después de mi viaje a Santiago. Me inspiré al ver la experiencia de Culta en Chile. Bolivia, con su riqueza cultural y artística, tenía un potencial único. La idea era aprovechar esa creatividad como fuente de desarrollo económico. Así que comencé a forjar alianzas con expertos internacionales de la Unesco y el BID.
Economía creativa en Cochabamba. ¿Cómo se define su significado y relevancia en la región?
La economía creativa en Cochabamba es esencialmente un motor de desarrollo económico y social basado en la creatividad. El término “economía naranja” fue acuñado por Iván Duque en 2013, y representa la cultura y la creatividad. Bolivia, siendo un país con recursos naturales agotados, como el gas, por ejemplo, encuentra en la creatividad una fuente inagotable de desarrollo. Mientras existan seres humanos, existirá la creatividad y Bolivia es un país de gente joven, gente emprendedora que tiene mucha riqueza cultural.
¿Por qué se asocia a la economía creativa con el color naranja?
Se la llama economía naranja, porque es el color que representa desde tiempos inmemoriales a la cultura, a la creatividad y al arte, en los jeroglíficos egipcios, siempre que se hablaba de arte, de cultura, se pintaba con el color naranja. Entonces, viene desde esa noción y además la idea de que la naranja la puedes exprimir y sacar todo el jugo, y es así con la creatividad, siempre se puede aprovechar hasta la última gota de innovación.
Considerando tu trayectoria, ¿cuál consideras que ha sido tu mayor contribución al panorama cultural de Cochabamba?
Creo que mi mayor contribución ha sido promover la economía creativa en Bolivia. Desde 2015, he estado trabajando incansablemente para que este enfoque se reconozca y se traduzca en acciones concretas. Además, impulsar y coescribir la primera ley municipal de economía creativa en Bolivia ha sido un hito significativo.
Sobre la Ley de economía creativa ¿Cuáles son los puntos clave y los temas que se abordarán en el futuro?
La ley recientemente promulgada necesita reglamentación. Estamos trabajando estrechamente con expertos, tanto nacionales como internacionales, para garantizar que la ley sea un paraguas que abarque la inversión del sector privado, la colaboración pública y privada, y la formación de la academia. También será crucial en la reglamentación establecer cómo cada parte contribuirá al desarrollo económico a través de la creatividad.
Perspectivas para 2024 y más allá, ¿qué anticipas para la economía creativa en Cochabamba?
Después de años de teorización y promoción, creo que es hora de pasar a la acción. Como sociedad civil, hemos sembrado la semilla, y ahora es el momento de cosechar resultados tangibles. Estamos trabajando en proyectos que enseñarán a los creativos a vender sus productos y servicios, ya que la economía creativa también es sobre negocios y emprendimiento. La idea es impulsar acciones concretas que generen desarrollo económico.
¿Cómo ves la colaboración entre la sociedad civil, el sector privado y el sector público en este camino hacia la economía creativa?
La colaboración es fundamental. La sociedad civil, el sector privado y el sector público deben trabajar en conjunto. La inversión privada debe ir de la mano con acciones del sector público, como consideraciones impositivas. Es un esfuerzo conjunto para impulsar el desarrollo económico a través de la creatividad.
Enseñar a los creativos a vender. ¿Facilitar a los miembros del Universo Naranja las herramientas necesarias para emprender y consolidar un negocio contribuirá a mejorar las relaciones comerciales?
Claro, estamos trabajando en un proyecto en colaboración con la Universidad Cultural Mercosur y la Cámara Argentina de Entidades Culturales. El objetivo es proporcionar a los creativos las herramientas necesarias para vender sus productos y servicios. A menudo, los creativos son excelentes en la creación, pero carecen de habilidades para comercializar sus trabajos. Este proyecto busca cerrar esa brecha y promover el aspecto empresarial dentro de la economía creativa en Bolivia para abrir nuevos mercados hacia el exterior.
¿Cuál es el mensaje para la comunidad creativa y empresarial en Cochabamba?
Mi mensaje es claro: Bolivia tiene un tesoro cultural y artístico que merece ser conocido en todo el mundo. La economía creativa no solo es una fuente de desarrollo económico, sino también un puente cultural hacia un futuro próspero y diversificado. Es hora de tomar acción y aprovechar nuestra creatividad para construir un mejor mañana.